Inefable ϟ〈 SIRIUS B. ┃REGULUS B. 〉

01.- Uno

El primero de septiembre se caracterizaba por llenar la plataforma 9 ¾ de niños y adolescentes que están por ir a Hogwarts, este año sería especial porque sería mi primer año en la escuela mágica.

A los lejos escuchaba los gritos de mi madre, mis piernas corrían con rapidez hacia mi objetivo, mientras mi padre le decía a mi madre que no gritará tan alto. Empecé a correr por el King's Cross, hasta que encontré a mi objetivo, Regulus Black.

—¡Regulus! —grité al verlo, acorralándolo entre mis brazos. —¡Tenemos que estar en la misma casa!

—Cassie—murmuro Regulus. —No grites tanto, estas llamado la atención.

No me importaba la gente a mi alrededor, solo me concentré en él.

—¡No importa! —sonreí con demasiada alegría. —Todos los de Slytherin tienen que saberlo—agarre su brazo. —¡Los reyes de las serpientes ha llegado!

Veía de reojo como algunos chicos mayores de nosotros se reían un poco, pero seguía sonriendo.

—¡Cassandra Chiara Rossi! —grito mi madre cuando se acercó a nosotros. —¡Una señorita no corre de esa manera!

—¡Mamá! —baje la mirada avergonzada. —Soy Cassie, llámame Cassie—hice un pequeño puchero.

Mi madre quién me miraba con algo de molestia, suspiro y me abrazó. —Te extrañaré, hija—miro a mi atrás. —Oh, Regulus, querido—se acercó a abrazarlo. —¿Cómo estás?

—Bi-bien señora Rossie—se sonrojo al sentir el cariño materno.

—Oh, hola Regulus—mi padre que caminaba con tanta elegancia, había llegado a nuestro lado. —¿Y tus padres?

—Bueno...mi madre está buscando a mi hermano—alzó sus hombros. —Mi padre se quedó en casa.

—¡Sirius, eres un desconsiderado! ¡Ni te despides de tu pobre madre! —gritaba Walburga Black mientras se alejaba de su hijo mayor, quien solo se iba corriendo riendo.

—Sirius es un total rebelde—murmure girando los ojos.

—¡Como sea! —mi madre aplaudió. —Vayan subiendo al tren, mientras nosotros nos quedamos hablando.

—¿De? —pregunto Regulus.

—¡Su futuro! —grito Walburga con emoción, como si ella fuera a casarse.

—¡Nuestro futuro! —abrace el brazo de Regulus, quien solo se sonrojaba.

Regulus se separó suavemente de mí, murmuro algo inatendible y subió, como siempre yo lo seguía a donde vaya.

—Cassie—Regulus se detuvo. —No es necesario que estés tan cerca de mí.

—¿Por qué?

—¿No conoces el término de espacio personal? —farfulló.

Hice un pequeño puchero de enojo y Regulus suspiro, miro detrás de mí.

—Mira, hay un compartimiento libre—habló para ingresar ambos a este.

—¡Que emoción! —grité cuando el tren empezó a andar. —¿¡No estas feliz porque iremos a Hogwarts!?

—Me da igual—Regulus cerró unos segundos los ojos.

El silencio duro poco, ya que dos chicas abrieron la puerta del compartimiento.

—¡Disculpen! —habló la pequeña pelirroja que se escondía detrás de una castaña. —No-no sabíamos que es-taba ocu-ocupado.

—¡Anne, no deseas tímida! —grito la castaña sonriendo. —¡Hola, soy Chloé! —abrazo por los hombros a la otra chica, poniéndola a su lado. —¡Ella es Anne!