Un amor Imposible

CAPÍTULO 2

¿por qué me odias?

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Me veo en el espejo del baño, estoy hecha una mierda.
¿Paso algo,? ¿Tiene novia?, ¿Me odia? No sabia que respuesta responder, me duele mucho que se haya comportado así. Me siento tan débil y sin dignidad, imagine otra cosa, pensé que me recibiría con los brazos abiertos. Limpio bien mi cara, no quiero que mamá me vea así.

Salgo del baño y bajo las escaleras.

—¿Está todo bien?— pregunta sofia—.

—Sí— finjo una sonrisa—. Solo que alex se está duchando.

—Oh. Bueno, entonces mejor lo esperamos en la cena— Sofía se para del mueble—, pasemos a cenar.

La señora Sofía avanza al comedor y todos vamos atrás de ella. Cada quien toma asiento, alado mío esta mi madre, el asiento frente mío se sentará alex.

Todos nos encontrábamos en el comedor, Sofía le indicaba a la empleada de la casa lo que serviría. Pasaron unos minutos y empezamos a cenar.

—¿Y como vas en la universidad hazle?—Pregunta el señor Alejandro—.

—Decidí estudiar moda, antiguamente estaba estudiando administración. Pero sentí que la moda y los vestidos son para mi.

—Qué divina. De ahora en adelante hazle será mi modista— todos nos reímos—.

—Recuerdo que tu padre quería que fueras una gran administradora. Pero que bueno que hayas pensado las cosas bien, tu padre estará orgulloso de ti.

—padre, recuerda que hazle siempre quiso ser una diseñadora de vestidos— alex esta parado en la entrada del comedor. ¿O me equivoco?— su mirada se dirige a mi—.

—Es cierto...

Se encamina a su siento y le sirven su comida.

— Tu padre siempre fue anticuado, desde niña el ya sabía que carrera ibas a estudiar— traga saliba—. Y con quien te casarías.

Sabíamos que era un momento incómodo.

—Mañana las esperamos en nuestro aniversario— sofia anuncia—. Cumplimos viente años juntos, ¿Verdad, cielo?

—Tengo pensando en llevar a anna, ¿Se puede?— Alex mira a sus padres—.

—Otra vez esa niña, ya te dijimos que no es una chica como nosotros.— Argumentó sofia—.

—¿Sólo por que no tiene dinero?— mi madre mira su plato y hace como si no estuviera escuchando nada. Se había puesto incómodo la cosa—.

—¡Vasta!— su padre gruñe—. Hay invitados, no debemos de hablar de esto en la hora de la comida.

—¡Buenas noches!— se anuncia un chico alto, guapo y medio músculo, sus ojos son color café y su cabello lacio con un peinado hacia atrás—. ¡No me esperaron!

—¡Augustus!— sofia aplaude y se para para recibir al susodichos—. Gabriela, te presento a mi sobrino, Augustus Lombardi. Es hijo de mi cuñado, hermano de Alejandro. Lleva tiempo viviendo con nosotros. Perdón por no comentarte, pensé que no vendría hoy.

Augustus le da un apretón de manos a mi madre.

—Tía, mi celular se apago y no pude avisar.

—Mucho gusto, me llamo hazle Johnson— le doy mi mano y la sostiene—.

—Oh, ya llego mi querido primo. ¡bravo!— aplaude sin ganas—. Un gusto verte otra vez. Bueno, yo me retiro tengo cosas que hacer.

—Tu no iras a ningún lado— Alejandro le advierte—. Es de mala educación irse sin esperar a los demás. Tenemos visitas, así que deja tu niñerías y siéntate.