~𝙳𝚘𝚕𝚘𝚛~

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–Uhh–...Alastor se quedó sin palabras.

Mirando a Angel a la tenue luz que entraba por la ventana, Alastor no pudo evitar mirar. Nunca había visto lo hermoso que era Angel a la luz de la noche.

Su piel parecía seda a la luz pálida, su cabello reflejaba la luz como un millón de piezas de vidrio, y sus ojos brillaban y relucían como cristal.

Alastor sintió la necesidad de extender la mano y acariciar la mejilla de la araña, para ver si su piel se sentía tan suave como parecía. 

Alastor se preguntó si Angel Dust sabía que podía verse tan cautivador. 

Alastor descubrió que sus ojos se posaban en los labios de la araña, curioso sobre cómo se sentirían y saborearían si se inclinara y besar...

–Alastor, ¿estás bien? Estás actuando un poco raro–. Alastor salió de su aturdimiento, notando que Angel ahora lo estaba mirando con una ligera preocupación.

–¿Qué? Oh. Sí, querido, estoy perfectamente bien. Todavía estoy un poco pensativo, eso es todo,–.  Alastor se volvió hacia la comida que estaba cocinando para que no se quemara.

–Ahora, ¿qué es lo que me preguntabas?–Alastor esperaba que no sonara tan extraño como se sentía.

–¿Te importaría cocinarme un poco de desayuno también? Lo que estés cocinando huele increíble–. Alastor sintió un poco de emoción por el cumplido de Angel de su cocina.

–¡Por supuesto, mi compañero femeninado! ¡Estaría más que feliz de prepararte el desayuno!–La sonrisa de Alastor se sintió un poco más genuina para Angel de lo habitual.

–Gracias.– Los ojos de Angel de repente se abrieron a medias y se volvieron seductores

–A cambio, siempre podría ofrecerte mis servicios–Angel se acercó y colocó su parte superior de brazos sobre los hombros de Alastor, y rodeó su parte inferior de los brazos alrededor de la cintura de Alastor. 

Alastor sintió que se congelaba bajo el toque de la araña. Se alegró de que Ángel no pudiera ver su rostro, porque estaba más caliente que la comida que estaba cocinando.

–¿Qué dices, Al ~?–Angel Dust susurró seductoramente al oído de Alastor, Alastor sintió un grito ahogado de sorpresa casi escapar de su garganta mientras empujaba a Angel Dust lejos.

–¡No, gracias, Ángel! Mi respuesta es la misma que las demás veces que preguntas, no–.

Ángel puso sus manos en sus caderas y soltó un poco derrotado,–¡hmm!–

–¡Maldita sea! ¡Incluso cuando estás medio dormido no puedo seducirte!"  Ángel se acercó al armario y bajó dos tazas.

–¿Qué te parece tu café?–Angel Dust preguntó mientras buscaba los terrones de azúcar.

–Negro con dos cubos, por favor. No me gusta mucho azúcar, pero el negro puro no me atrae mucho–.  Ángel arqueó una ceja con curiosidad.

–Bueno, ¿mira aquí? El Strawberry Pimp no es tan amargo como parece. Supuse que te gusta el café negro.– Alastor suspiró ante las palabras de la estrella porno mientras volteaba un panqueque.

–Ángel, sabes que detesto ese apodo. ¿Por qué persistes en molestarme con él?–Alastor puso el panqueque en un plato y vertió un poco de grasa de tocino en la sartén para evitar que se pegue el siguiente panqueque.

–Eres realmente lindo cuando estás molesto–. Ángel respondió claramente, como si fuera obvio.  Luego tomó la crema de avellana para café de la nevera.

𝕟𝕦𝕖𝕧𝕠 𝕪 𝕖𝕩𝕥𝕣𝕒𝕟̃𝕠 (𝚛𝚊𝚍𝚒𝚘𝚍𝚞𝚜𝚝)Where stories live. Discover now