Capitulo 9

1.9K 97 1
                                    

Cuando desperté hace una hora, había una bandeja al final de la cama con el desayuno servido. Tenía hambre, aunque se veía apetitoso no comería.

¿Por qué no podía verlo?, ¿Que no se supone que tendría que tener una máscara o algo así?.

-¿Terminsate de desayunar?. —Dice del otro lado de la puerta

-¿Como se que no está envenenada?.

Lo escucho suspirar frustrado.

-Si te hubiese querido muerta, ya no estarías hablando.

Tenía razón..

-Aun así.

-Bien, muérete de hambre.

-Moriré de todas maneras, ¿no?

-Si, morirás de hambre.

Ruedo los ojos.

-Ponte la venda.

-Claro que no.

-¿Prefieres que entre a ponertela?.

Mm..no era mala idea.

-Si.

Nose porque estaba desafiandolo. Yo no era asi pero si tenía horas de vida en manos de este tipo me negaba a morir como una cobarde. Podía ser tímida pero tenía mi carácter.

-No te gustará como lo haré.

-..Bien, lo haré. —me ganó el miedo

¿Por qué eres así?. —Me regaño

Me coloco la venda y la amarro con fuerza detrás de mi cabeza.

-¿Listo?.

-Listo.

Se escucha la llave girando en el seguro de la puerta para después escuchar la puerta abrirse. Estaba sentada en la cama. Siento sus pasos, su mano en mi mentón levantando mi cabeza.

¿Me golpearía?, la ansiedad me estaba carcomiendo.

Nose que hacia..mi respiración comienza a acelerarse. Desliza sus manos desde mis hombros hasta mis manos. Sentía como mi respiracion se volvía pesada. Lleva mis manos hacia atrás para atarlas, su cuerpo estaba muy cerca del mío, casi podía tocar su pecho con el rostro, su perfume era exquisito.

Frunzo el ceño confundida.

-¿Q-Que haces?.

-Ahora comerás.

¿Que?.

-Abre la boca.

Doble ¿Que?.

-No tengo hambre.

-Mientes, abre la boca.

-N-no lo haré.

-¿No lo harás?. —Dice amenazante

-No quiero.

-Estas aburrida aquí, ¿no?

Asiento.

-Si eres buena chica y comes, te dejaré recorrer la casa

Estoy segura que había una trampa.

-Sin trampas.

-No es cierto.

-¿Por que no lo sería?.

-Haces todo este protocolo para que no te vea, ¿Recorreré la casa con la venda puesta?.

-Claro que no, eso sería ridículo.

-¿Entonces?, ¿Me dejarás verte?.

-Algo así.

-¿Cuando?.

-Cuando te comas lo que traje.

-¿Porque no puedo verte ahora?, ¿Cual es la diferencia entre verte ahora y verte luego de comer?

-Haces muchas preguntas, ¿Debo pensar que ya entraste en confianza?.

-No, para nada pero si vas a hacerme daño quiero saber todo antes de morir.

-¿hacerte daño?

-Eso harás, aunque digas lo contrario.

Rie sutilmente.

-Cuando decida que hacer contigo, te informaré personalmente, vamos abre la boca.

Eso me hace tener escolafrios.

-..Puedo comer sola.

-Esta bien, adelante. —Me acerca la bandeja y saca las esposas que me había puesto

Dijo que aumentaría la seguridad, al parecer no mentía.

-¿Me verás comer?.

-Tengo que asegurarme de que lo hagas.

Suspiro rendida

-..Está bien.

Me llevo a la boca lo que parecía ser una quesadilla.

-¿Por qué tantas ansias por verme?, ¿No es más divertido adivinar?.

-No cuando eres la víctima

-Eso es cierto.. Solo por curiosidad, ¿Quien crees que soy?.

-..Tengo a muchas personas en mente, no podría descartar a ninguno.

-¿Y eso porque?, ¿tantos enemigos tienes?

-No los tengo pero lo que ocurrió.. me hace pensar que es por venganza.

No me quedaba de otra que hablar con él, además no tenía nada que perder

comenzaba a tener sueño.

-Dime, ¿En quién sospechas?.

-No lo diré.

-Te ves confiada, ¿Por qué?

-Si lo digo, harás algo para impedirlo.

-Okey, entonces tendré que ser más prevenido.

Espero que no..

-¿está rico?.

-¿Que cosa?. —Frunzo el ceño

-El omelet, ¿que otra cosa sería?.

Claro estupida.

-..Si. —Bostezo

-dime, ¿Te hace falta alguna cosa?.

Sonrío

-Pensaste en todo..¿ya lo habías hecho antes?. —Me estaba venciendo el sueño algo tenía la comida

-Secuestrador prevenido valen por tres.

Es lo que pensé..

Sonrío y me dejo caer en la cama..

¿Me había drogado?.

-Dime, ¿Te falta algo?.

-No..no vi un cepillo de dientes.

-Claro, nose como se me pasó, lo traeré.

-¿Te..irás? —Digo luchando por no quedarme dormida

-vendré enseguida.

No tenía fuerzas para moverme me sentía muy cansada. Sube mis piernas arriba de la cama y me acomoda.

-Que astuto eres —Digo casi en un susurro

Me cubre con una manta

-Dulces sueños, Nos vemos en un rato.

A Flor De PielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora