Jimin amó a Yoongi desde que lo vio por primera vez, hacía sentir especial su pecho, aún cuando él no sabía lo que era el amor, pero al pasar el tiempo descubrió que, eso en su pecho era amor, sin embargo, Yoongi tenía miedo de ese sentimiento que c...
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𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘𝙽𝚊𝚖𝚓𝚒𝚗
Namjoon quería saber qué demonios pasaba por su cabeza al haber decidido acompañar a Yoongi a casa de Jimin, cuando había sido advertido de antemano que allí estaría Jin.
Pero había querido ir, quería verlo, había sido un idiota cuando se enteró que el niño era hijo de Jin, pero que lo demanden, él tenía esa cosa por no amor a los niños, así que se había sorprendido, cómo es qué alguien tan lindo como Jin tenía un pequeño monstruo.
¿Estaba nervioso? Sí, sus manos dudaban sin parar, Namjoon no odiaba a los niños, hasta cierto punto los toleraba, pero en general niños eran molestos, ruidosos, sucios y vagos. Eso no le gustaba, sólo molestaban, además de ser un enorme, enorme responsabilidad, no juzgaba a las personas que los tenían, pero en sus planes jamás cruzó la idea de ser padre, menos de un niño que ya tenía otro, eso lo hizo pensar ¿Jin estuvo casado? ¿O era viudo?, porque era obvio que no había hecho al niño solo.
Respiró hondo y entró, Yoongi había entrado antes que él, se preparó mentalmente para el ruido, los gritos y niños corriendo, pero lejos de eso encontró una casa tranquila sin niños corriendo, sólo sus suaves risas se oían de alguna de las habitaciones, la casa estaba decorada para navidad, Lucía muy festiva. A Namjoon le gustó la sensación de hogar que desprendía allí, su mente vagaba en que quizás, la idea de un hogar y una familia no era tan mala como el pensaría.
El olor a galletas lo hizo caminar casi mecánicamente. Llegó a la cocina y pudo observar una cazoleja con varias galletas en forma de pinos y otras redondas, camino y vio a Jin, estaba inclinado en el horno, Dios, Namjoon quería ver esa imagen siempre.
Se aclaró la garganta y Jin se levantó rápido que se golpeó un poco, Namjoon se acercó y le sobo la cabeza, Jin lo vio con curiosidad y luego con desdén.
— ¿Qué haces aquí? — preguntó molesto a la vez que sobaba su cabeza
— Lo siento, no quise asustarte — se disculpó Namjoon
— Como sea, no importa — Jin se dio vuelta y luego cerró la puerta del horno, ignorando, o tratando de hacerlo, ignoró a Namjoon y se dispuso a seguir con sus galletas.
— Yo... lamento lo de ayer — dijo Namjoon, pero Jin siguió ignorándolo
— Necesito saber que me disculpas — pidió Namjoon otra vez, ¿Qué hacía? Él no arrastraba la cola entre las patas, Jin suspiró y se volteó a verlo
— No veo la razón de tu disculpa, no te gustan los niños, bien, además no eres el primero en huir cuando descubre que tengo un hijo, no es nada nuevo para mí, por lo que las disculpas están de más, pero si quieres disculparte bien, estás disculpado, ahora deja de molestar — le dijo Jin, Namjoon sintió su corazón ponerse frío, las palabras de Jin habían calado en él.
