Secretos Reales.

1.

En la camioneta la feliz familia de tres iba conversando y disfrutando de la suave música que había colocado uno de los mayores.

— ¿Falta mucho para llegar?—Pregunto el menor mientras tallaba uno de sus ojos con su puño.

Mirándolo por el retrovisor— Duerme un poco, aún nos falta para llegar.

Fue cuestión de segundos para que el menor cayera rendido a los brazos de Morfeo mientras su madre lo observaba con amor.

—A veces me asusta lo rápido que crece nuestro pequeño. —Dijo apoyando su mejilla sobre su mano.

Colocando su mano sobre su muslo— Cuando sea adulto será un gran rey al cual todos van a amar.

—Quiero que ese día nunca llegue.

— ¿Por qué?

—Porque quiero seguir disfrutando de el así de chiquito, no quiero que crezca.

—Amoor...—Río suavemente.

Sonriendo— ¿Qué?, es la verdad aún no estoy preparada para que mi pequeño crezca y quiera casarse con alguien, no definitivamente no.

—Ponte el cinturón. —Dijo de forma seria.

Colocándoselo— ¿Qué pasa?

—Hay un auto siguiéndonos desde hace rato. —Aceleró— Manda el mensaje de s.o.s a Lee y envía nuestra ubicación.

La mujer hizo lo pedido por su pareja y sintió como sus manos comenzaban a temblar.

—Amor...

—Tranquila, no dejare que les hagan daño. —Contesto firme.

La tensión que rodeaba el interior de la camioneta podía sentirse en cada respiración que daban, la lluvia caía con intensidad dificultando la visibilidad.

—P-papa.... —Murmuró despertando— ¿Qué está pasando?

—Nos está alcanzando. —Dijo de forma nerviosa.

—Mierda.

— ¿Mamá?

El rugir del motor de la camioneta se hacia oír en la vacía carretera en la que iban junto con el segundo auto que los seguía, el menor había comenzado a sollozar al no recibir respuesta alguna de sus padres pero a pesar de su corta edad logró darse cuenta de que algo pasaba. La mujer derramaba silenciosas lágrimas que limpiaba con rapidez para no alterar a su pareja más de lo que ya estaba pero un golpe proveniente de la parte trasera del auto hizo que su miedo aumentar más.

—Mamá...—Llamo asustado.

Girando su cuerpo para verlo— T-tranquilo mi amor, papá n-nos sacará de aquí pronto. —Respondió asustada.

—Perdóneme por esto.

— ¿A qué te refieres?

—Los amo.

El mayor colocó el freno de mano y giró el volante hacia un lado mientras apretaba el freno con fuerza generando así que la camioneta derrapara, de un momento a otro la camioneta impactó con fuerza contra la banquina saliéndose del camino. Dio un par de giros hasta terminar sobre su techo completamente destruida dejando a su paso un camino de vidrios. Los integrantes de esta seguían sujetos a sus asientos gracias al cinturón de seguridad.

Un segundo auto estaciono frente a donde había desbarrancado la camioneta, una persona de cabellos oscuros se bajo y caminó hacia esta, fue a la parte trasera donde abrió la puerta y sacó al menor que estaba desmayado, lo tomó en brazos y volvió a su auto. Dejo al niño en el asiento trasero y una vez estuvo en el volante retomó su camino dejando atrás a la joven pareja.