Capitulo 36

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-Debes ponerte tranquila, entendido?- Erika se acercó a la princesa con rapidez a la vez que se agachaba lo suficientemente para poder mirar como estaba por abajo. En todos los partos que alguna vez ha asistido, nunca había visto un caso como el suyo. Aún no estaba ni en el tercer trimestre del embarazo pero aquellos síntomas sí eran de estar apunto de dar a luz.
La princesa asintió varias veces respirando por la boca, algo alterada.
-Necesitaré...necesitaré mirar si puede salir.- le dijo a la princesa esperando una respuesta, asintio con ganas mientras cerraba los ojos. Erika muy a su pesar, levantó las faldas de la princesa y con sumo cuidado metió mano en su entrepierna, dejándole escapar un grito ensordecedor.
-Ivar, te estaba...-Hvitserk había abierto la puerta entrando en aquel pequeño hogar, callándose de golpe. Miró a Elisabeth y empalideció un poco más, pero no tanto como su hermano.
-Ve...ve a buscar a las sanadoras.- pronuncio como tartamudez por culpa de los nervios. Su hermano se limitó a irse.
Se acercó a su querida princesa y cogió un tronco en el que poder sentarse a su lado.
-Tengo miedo Ivar.- pronunció ella con dolor en su voz. Las lágrimas le recorrían todo el rostro como si hicieran carreras entre ellas, su nariz estaba más roja de lo habitual al igual que sus ojos hinchados por culpa del dolor que sufría en aquellos momentos.
-No cariño, todo irá muy bien.- le aseguró cogiéndole la mano y sintiendo como se la estrujaba con una fuerza casi irreal. Aquellas palabras habían salido de su boca para tranquilizarla pero no las tenía todas consigo.
Erika levantó la mirada y los miró a los dos.
-Ehm...aún no estás dilatada del todo, pero no te preocupes.- le dijo con voz segura.- habrá que esperar un poco para que lo haga.

Habían pasado tres horas y Ivar ya no sabía dónde meterse. Se había levantado un par de veces, sentando otro par y caminado hasta la saciedad ignorando en todo momento el dolor de sus piernas.
Elisabeth por otra parte, seguía teniendo dolores, calor y muchísimo miedo por si las cosas salían mal.
La ayuda que había solicitado Hvitserk ya estaba ahí aunque poco se podía hacer, ya que esperaban que la princesa dilatase lo suficiente para dar a luz al pequeño bebé.
Erika se acercó a ella y le tendió un vaso de agua, agradecida se lo bebió pero luego le miró con ojos se suplica.
-No puedo aguantar más.- le dijo con un hilo de voz.- es insoportable.
-Seguro que si pero necesito que aguantes un poco.- le contestó con tacto.- podría ser peor luego y nadie quiere eso, solo debes aguantar un poco más. Eres fuerte princesa, lo harás, lo sé.
Los ojos de la princesa volvieron a aguarse y no se reprimió al llorar, soltó un quejido junto a un montón de lágrimas que caían lentamente por sus sonrojadas mejillas.
Ivar se giró mirándola y se acercó a ella, cogió una silla y gruñiendo se sentó mientras se apoyada en la cama, delicadamente unió su mano a la de su princesa y la besó. Ella lo miró y él le sonrió débilmente, acercando su otra mano para parar esas lágrimas.
-Estoy aqui Liz...-le susurró besando sus manos unidas. Ella asintió.
-Tengo miedo Ivar...
-No, no, no... no hay porque tener miedo.- le contestó.- todo saldrá bien, en unas horas más tendremos un pequeño estorbo entre nosotros y todo irá bien.
Ella sonrió ante esas palabras pero la pena volvió a ella.
-Liz...no pienso moverme de tu lado hasta que esto termine, lo entiendes?- hizo una pausa acariciando los finos dedos de ella.- ni cuando termine si quiera, no pienso moverme nunca de tu lado. Así que ahora quiero que saques esas garras que sacas cuando te enfadas por algo, cuando peleas conmigo o con Hvitserk. Sácalo porque ahora hay que usarlo, hay que ganar esta batalla, entiendes?
Ella asintió y él sonrió mirándola. Lentamente se apoyó más en la cama llegando a tocar sus labios contra su frente, besándola. Al separarse vio lo preciosa que era, a pesar de estar sudando, llorando y con el pelo hecho un lío.

Otra contracción sacudió el cuerpo de la muchacha, estremeciendola y haciendo que un grito saliera de su garganta.
Algo se escurrió de entre sus piernas y miró a Erika, quien se acercó deprisa y levantó las faldas para observar cómo estaba todo.
Salió de ellas y miró a todos.
-Es la hora.
Liz asintió con ganas mientras respiraba fuertemente, se estaba preparando mentalmente para lo que vendría.
Hvitserk optó por salir de ahí ya que no hacía más que estorbar, porque poca ayuda podría hacer.
Levantaron las faldas de la princesa dejando las piernas al aire, estremeciendola un poco.

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⏰ Last updated: May 26, 2021 ⏰

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Mi valkiria                                                  [IVAR THE BONELESS]Where stories live. Discover now