꒷˘꒦ 𝐃𝐈𝐄𝐂𝐈𝐍𝐔𝐄𝐕𝐄 ꒷˘꒦

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Chanyeol se fue de la sala, sabía que no podrían escapar, un retrasado y un inútil no llegarían a ningún lado

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Chanyeol se fue de la sala, sabía que no podrían escapar, un retrasado y un inútil no llegarían a ningún lado.

Sé fue de la sala dejando a JeongIn y Christopher solos. Completamente solos.

No tenían cámaras funcionando a esas horas de la noche, JeongIn tenía sueño, eran al rededor de las diez de la noche.

— ¿Innie?

— Dime, hyung —Dijo el menor con su característica sonrisa, ahora, agotada.

— ¿Quieres irte de aquí?

- ¡Sí, hyung! –El pequeño se emocionó y sus ojos se llenaron de un brillo único, esperanza, eso le daba fuerzas a Christopher

— Entonces vámonos, juguemos a los espías para ir nos de aquí –Susurró para tomar seguidamente su mano y miro por todos lados, para asegurarse que nadie los escuchara o espiara tratando de salir.

Ambos chicos se fueron sigilosamente hasta la salida, esquivando a los guardias y Christopher desde su celular, logró hackear el sistema de seguridad y cámaras, finalmente después de muchos años le funcionó el haber estudiado mecánica y una ingeniería por hobby.

Escaparon, eran libres, por fin.

Corrieron por el campo desolado que se encontraba rodeando el lugar, era uno alejado, por el cual tenían mucho por recorrer, se les fue fácil huir de aquel lugar.

Por fin, tranquilidad y paz.

— Hyung —Dijo JeongIn agitado, mientras trotaba al lado de Christopher, sintiendo sus piernas temblar y su frente sudar.

— ¿Qué sucede? —Dejó atrás a penas unos pasos a su novio, sin dejar de preocuparse por él.

— Te amo —Declaró antes de acercarse al contrario, sonriendo de manera sincera, abrazando este por el torso, ocultando su rostro en el cuello, levantó su mirada y beso los labios de Christopher de manera dulce y tierna, disfrutando del beso, era uno apasionado, a pesar de sus hematomas en el rostro, se veía lindo, Christopher tomó su cintura, intensificando el beso, disfrutando el momento, el mundo  se desvaneció, sólo eran ellos dos. Tirando y succionando por ambas partes sus labios, creando una atmósfera de cariño y dulzura

— Gracias por venir a mi mundo, Channie... —Susurro entre el beso, para morder sus labios y volver a su baile entre lenguas, ahora Christopher acariciando su mejilla de manera tímida y cariñosa, se quedaron ahí, en el mundo de JeongIn.

De noche, con estrellas, en medio de la nada, sólo ellos dos, así era el mundo de JeongIn, sólo existían ellos.

Pero esa tranquilidad se acabaría pronto.

A la hora de separarse, JeongIn tomó la mano de Christopher, era como ver una foto tomada por él mismo y desde un panorama romántico.

Sé escucharon disparos desde lejos Christopher cuando reaccionó, logró ver la camisa de manga larga de JeongIn, tornarse de un rojo vino, muchas manchas de sangre se marcaban en su abdomen.

Más disparos se escucharon, el cuerpo de JeongIn se movía cada vez que entraba una bala, manchas de sangre se marcaban en su camisa, JeongIn sonrío asustado, mientras lloraba de dolor, miedo y desesperación al no sentir ahora sus piernas, ni el resto de su cuerpo, los espasmos de las balas se hacían presentes en su cuerpo, logrando que cayese al suelo.

— ¿Hy-hyung? —Preguntó el menor antes de caer, desvaneciéndose, con mucho dolor, sintiendo que se ahogaba en su propia sangre, tociendo y tratando de tragar, siendo imposible por la sangre que se acumulaba en su boca.

Todo pasó tan rápido, pero en cámara lenta, Christopher corrió al encuentro de JeongIn, lo atrapó antes de que cayera al suelo.

La cara de Christopher no tenía comparación, su vida pasó delante de sus ojos, le arrebataron todo lo que tenía.

— Je-JeongIn, no, JeongIn. Innie, cielo, tranquilo, aquí estoy, aquí estoy... Por favor, mi amor, quedate conmigo —Su voz se quebrantó, corrió a su auxilio, lo sostuvo en brazos, cayendo de rodillas, sosteniéndolo como un pequeño bebé, lágrimas silenciosas de dolor se escaparon por sus mejillas tratando de no mover mucho su cuerpo, sus manos temblaban, y lo único que le mantenía con más ansiedad, eran esos ojitos de vidrio que se fueron tornando rojizos por el llanto que se escurría por la comisura de sus ojos.

— Mira, hyung... —JeongIn habló con las pocas fuerzas que le quedaban, tragando pesado, para toser después, soltando varias gotas de sangre de su cavidad—. Estrellas —Trató de aguantar el dolor pero a medida que hablaba le dolía más, su boca se iba llenando de sangre, su cutis era perfecto aún en los peores momentos.

— Sí, mi vida... e-estrellas —Sollozó Christopher, destrozado, mientras acariciaba la mejilla de su amado moribundo.

— ¿Po-Podré tocarlas algún día? —Estaba delirando, apenas tenía conciencia ahora.

— Tú... Tú ya eres una estrella, bebé – Christopher besó la frente de JeongIn, con suavidad y labios temblorosos—. Estarás bien, bebé, lo sé, estarás bien... —Abrazó a su novio aún de rodillas, como si de un tesoro se tratara, con amor, cuidado y delicadeza, sumo temor de que cuando lo soltara, desapareciera.

— Hy-hyung —Un último susurro salió de sus labios, con un tono débil.

— Di-dime, mi bolita de arroz —Lágrimas calleron en la cara de JeongIn, su vista estaba nublada del agua salada que se acumulaba en sus ojos.

— Te amo

— Y-yo más mi niño, yo más —Soltó un doloroso quejido, volviendo a abrazar su frágil cuerpo cuando vio que sus ojos se cerraban y dejaba este mundo, siendo finalmente feliz.

Escuchó un megáfono sonar.

— Te dije que esperaran en la sala —Se escuchó a SungYeol hablar desde lejos con un francotirador desde unos kilómetros, acompañado de Baekhyun y  Chanyeol.

— Te dije que esperaran en la sala —Se escuchó a SungYeol hablar desde lejos con un francotirador desde unos kilómetros, acompañado de Baekhyun y  Chanyeol

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ᴀᴜᴛɪsᴛᴀ / ᚒ໑᮫۫ຳེ᳕ᴄʜᴀɴɪɴ༣᮫ࣤᤳᚒWhere stories live. Discover now