Defiance (Jumin x ti x Jihyun) (MM)

Capítulo 27: "latidos de corazon"

P.o.v ______:
Había quedado bien con Xiao, intercambiamos numeros y quedamos como amigos, se veia de mucho mejor humor que cuando nos vimos a inicios del día.
Ahora iba devuelta a casa, decidí caminar ya que estaba fresco, la primavera ya vendría.

- ¿Esta bien este jefe?.- Una voz conocida me hizo voltear la cabeza, era el hombre que me hablo mal el otro día.

Como la ultima vez eran muchos, rodeando al hombre que no se le veía la cara, con su traje elegante y su sombrero...sus manos estaban vendadas.

- ¿Ese no es?...- Un señor mayor hablaba con quien suponía es su esposa.- vamos por aquí cariño.

Se desviaron solo para no toparse con ellos.
Seguí caminando, no para ellos, solo seguia mi camino a casa, al menos eso hacia hasta que uno de los "guardaespaldas" tomo a un hombre y empezo a gritarle.

- ¡¿Donde esta el dinero?! ¡Ya le esperamos un mes, no se aproveche de la benevolencia del jefe!.- El pobre hombre en sus manos eataba pálido del miedo.

A las espaldas de ellos una niña pequeña y una mujer asustadas, la pequeña lloraba.
Parecían ser los trabajadores de ese restaurante humilde.

- Basta.- me acerque a ellos, golpeando los brazos del hombre grande para que soltase al dueño de la tienda.- Este es un barrio tranquilo, no aceptamos matones.

- Tú otra vez.- El hombre me miro como si yo fuese la siguiente en ser sujetada como para golpear.

- ja.- dije sonriendole al matón, con burla.- ¿Cuanto es?.- mire al dueño de la tienda.

- ¿Que?...-parece confundido, aun pálido del susto.

- Da igual.- dije abriendo mi billetera, saque todo el efectivo que tenia.- ten.

Se lo entregue al matón, quien parece muy molesto, su "jefe" ni siquiera miraba la situación, solo nos daba la espalda mientras los demas lo cubrían, cobarde.

- Si hace falta mas solo digan cuanto, se los daré enseguida.- dije mirandoles mal.- Andar molestando a la gente trabajadora en mitad de la jornada, con su familia es de lo peor.

Si, es de lo peor.

- Esto no es-.- el matón hablo pero su jefe hizo un chasquido.

- Basta, vámonos.- sonaba enfermo nuevamente.

- Si.- dijo el a regañadientes.

Se estaban alejando cuando veo algo sobresaliente en el bolsillo del jefe misterioso...unos guantes de cuero.
Me acerque rápidamente a ellos y tome la mano del susodicho.

- Andrew.- dije completamente nerviosa.

- No toques al jefe.- uno de los sujetos iba a sujetarme pero el misterioso sujeto me abrazo.

- Dije que basta.- Escuche su voz, clara y precisa, mientras me encontraba en su pecho.

Podía oler su aroma, sentir sus latidos y escuchar su voz, era Andrew.

- ______, vete, hablamos luego.- dijo el a mi oído, suavemente.

Estaba confundida, ¿por que Andrew?...

Como si nada me solto y se alejo con esos matones, no pude ver su expresión, ¿estaria apenado?, ¿enojado?. No lo seguí, deje que se fuera.
No conocía para nada a alguien que me ha acompañado todos estos años...

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Mire mi copa de vino, tan rojo y brillante, hermosamente puesto en mi copa. Era la tercera, no, quiero la cuarta vez que la llenaba, dudaba el numero quizas por el alcohol en mi sangre.
La puerta sonó, me levante rápidamente y me apresure a esta, abriéndola efusivamente.