𝐈𝐈

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-En cinco salís Mauro- exclamó uno de los del staff recibiendo un acentimiento por parte de Lombardo

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-En cinco salís Mauro- exclamó uno de los del staff recibiendo un acentimiento por parte de Lombardo.

Se acomodo el pelo, su ropa, agarro el micrófono, y cuando llegó su parte salió al escenario.

-No sé qué pasa negro pero veo todo slow, será por mi tumbao' o por la culpa de mi flow- la gente enloqueció al escucharlo entrar en el tema, abrazo por los hombros a su amigo Khea, quien lo había invitado a participar de su show.

Se sentía en su mejor momento a nivel artístico, era uno de los referentes del trap en la Argentina, llevándolo a tener millones de reproducciones en todas las plataformas, sold outs en sus conciertos, y miles de chicas detrás de el, a las cuales ni cinco de bola les daba.

Era feliz haciendo lo que por tantos años proyecto como algo lejano, sin afán de cumplirse, y ahora estar ahí, parado frente a miles de personas cantando el tema y sus amigos a su lado, se sentía realmente realizado.

Está viviendo su sueño de wachin, y si era un sueño posta, rogaba por qué nadie lo despierte.

Sentía que nada le faltaba, era feliz ahí, cantando, con sus amigos, su familia orgullosos y con una vida mejor, nada le faltaba, o si.

-Veo todo raro, como cambio de color, voy con cara de drogao', con ojos de Hong Kong, sufrí ataque de nervios antes de subirme al show, hasta que un día mi amigo me llevó con un doctor, puso Sprite en un vaso con jarabe pa' la tos, y le puso cinco hielos como suelo hacer el ron, damn- siguió cantando eufórico su parte del tema, pero comenzaba a notar mal sabor de boca.

-Al principio era ligero y me descontracturé, un par de minutos tarde no importaba ni el reloj, sonaba puro trap, vos ya estaba' enrolando el blunt, no sé cómo explicarlo pero me sentía mejor- su voz se quebró un poco al cantar la última oración, pero sin darle importancia siguió cantando.

-Por allá escuché el llamado "Baby, ahora toco yo", me acuerdo 'e verla bailando casi hasta perdé' el control, solo sé que nos escapamos en un auto haciendo el amor- no se dió cuenta en qué momento paso, pero las lágrimas salían sin control desde sus ojos, se paró en el medio del escenario para terminar de cantar -Del resto no me acuerdo, es que esa dosis me mató- ahí su voz se quebró del todo, miraba a el público quienes esperaban que siga cantando pero no pudo, la voz no le salía y las ganas de bajarse del escenario eran muchas.

Tantas que sin pensarlo dos veces bajo del escenario, tiro el micrófono por algún lugar y corrio hacia su camerino.

Al entrar cerro con traba su puerta, deslizándose por la misma, a la vez que doblada sus piernas contra su pecho y las abrazaba con sus abrazos.

Y ahí se permitió quebrar en llanto, ese llanto que acumuló por meses. Meses en los que no había hablado del tema, meses en los que no se desahogaba con nadie, meses en los que se limito a hacer lo que ama y le hace feliz.

Desde donde el se encontraba se escuchaba como sus amigos le hicieron la segunda, terminando de cantar ellos el tema, entienden lo fuerte que es para el cantar eso y por eso también le dieron su espacio.

Se levantó del piso y se acercó al escritorio que había en el lugar, el cual estaba lleno de cosas suyas, de maquillaje, y alguna comida que dejo antes.

Se miro al espejo, viendo las lágrimas secas que quedaron en sus mejillas y las demás que seguían bajando. Cambio su cara, de estar triste paso a estar enojado, con una impotencia encima y recordando todo.

Y sin más, tiró todas las cosas del escritorio, gritando para sacar ese nudo que se le había formado. Agarró una silla y la tiró contra el piso.

Tironeo de su pelo mientras se veía denuevo en el espejo, largando más lágrimas que antes, y viendo cómo su pecho subía y bajaba.

Siguió llorando y descargándose por un buen rato, ahí solo, rodeado por las cuatro paredes blancas y todos los objetos que estaban en el piso.

El nudo en la garganta nunca se fue, y la impotencia menos.

Siempre se había sentido culpable de lo que pasó, y hasta día de hoy, seguía pensando que fue todo su culpa.

Pero, todos tenemos errores, se dice que de los errores se aprende.

Pero en este caso, del error perdió a su mitad.

Pero en este caso, del error perdió a su mitad

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𝐂𝐎𝐃𝐄Í𝐍𝐀 ; 𝐩𝐚𝐮𝐤𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora