¿Debemos ocultarlo?

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Ni siquiera recordaba haber soñado algo, el estrés y cansancio por el programa (más las dos rondas de sexo) hicieron que durmiera profundamente por toda la noche, hasta que algunos rayos de sol comenzaron a filtrarse por la ventana. Ahí se dio cuenta de que estaba acurrucado en el pecho de su novio, nunca pensó en cuanto extrañaba dormir juntos. 

Cerró los ojos, disfrutando de estar así. Total, él no tenía responsabilidades para ese día, y no tenía idea del caso de Wakatoshi. Suponía que tendría una alarma que sonaría cuando debiera levantarse. 

... ¿Para qué lo pensó? Justo en ese momento comenzó a sonar una canción típica de las que venían con los celulares... ¿lo peor? El ruido venía desde lejos... el celular se había quedado en la habitación de Ushijima. 

Al menor no le quedó más opción que levantarse a apagar la insufrible alarma de su celular, dejando a su novio con un puchero en el rostro mientras se resignaba a despertar. 

En ese momento Tendou se dio cuenta de que esta no era la misma habitación donde estuvieron la noche anterior... ¿por qué había un cuadro del Fukurodani? No entendía nada... ¿en verdad lo hicieron en el cuarto del compañero de Wakatoshi? ¿O lo trajo después de dormirse? Esperaba que no fuera la primera opción porque sería muy irrespetuoso...

De mal humor se levantó de la cama y salir del cuarto, quería pedirle a Wakatoshi la ducha para bañarse. Tenía que limpiarse el trasero urgente, sentía su mitad inferior pegajosa. Lo encontró en el pasillo, con el cabello desordenado y el rostro un poco más relajado. Jodidamente atractivo. 

— Ah... ¿Me prestarías tu baño? — Preguntó, volviendo a concentrarse en lo que iba a preguntar. 

— Claro, es esta puerta. — Señaló con el dedo una de las puertas del pasillo. — ¿Necesitas algo más? 

— Toalla. — Agregó con una risita. Ah, que raro se sentía ser un invitado. — Puedo preparar el desayuno... mientras puedes cambiar las sábanas de la cama donde dormimos. — 

— Ah no te preocupes, tengo todo cubierto. — Fue hacia su cuarto para traerle una toalla limpia y una de sus camisetas. — Ten, por si quieres usar algo limpio. 

— Gracias Wakatoshi-kun. — Le dio un beso rápido en los labios y entró al cuarto de baño. Una vez se miró al espejo todos los recuerdos de la noche anterior inundaron su mente, cada caricia, beso, el ardor que provocó en su entrada las primeras embestidas. — Oh... tengo lleno de marcas. —Vio su pecho lleno de manchones morados, entró en pánico al ver algunas marcas pequeñas en su cuello. ¿QUÉ? ¡TENDRÍA QUE TAPARLAS PARA EL PROGRAMA! Debería taparlas él o confiar en el equipo de maquillaje del canal de televisión. 

No quiso pensar de más y entró a la ducha, quejándose un poco por lo bajo cuando rozó su mano con la zona que quedó resentida de la noche anterior. Aunque no era demasiado como para no poder caminar, ahora podía decir que la gente era muy exagerada respecto a las quejas después del sexo. 

Unos diez minutos después ya estaba vestido preparando algo ligero para desayunar, el refrigerador de la casa estaba lleno de restos de comida a domicilio. ¿Es que acaso nadie cocinaba en esa casa? 

— Ya está listo. — Un Ushijima recién bañado apareció en la comida, antes de que pudiera decir algo más Tendou se dio la vuelta para regañarlo. 

— Hey, no puedes pasartela comiendo estas porquerías ¿Dónde quedó todo eso del deportista responsable? 

— Es que suelo comer en la universidad. — Rascó su cabello, un poco nervioso por el regaño. 

— Bueno, hoy comerás algo decente. — Suspiró, ya iba a encargarse de que su chico milagro no dejara estar su cuerpo. 

— ¿Qué estás haciendo? — Preguntó con curiosidad. 

Buen provecho (UshiTen)Where stories live. Discover now