XVI

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CAPÍTULO XVI, EL LIBRO

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CAPÍTULO XVI, EL LIBRO

Bajé las escaleras corriendo para llegar hasta los chicos. El libro que había descubierto era de suma importancia y valor, sobretodo teniendo en cuenta lo que habíamos venido a hacer.

Mis amigos se asustaron al verme bajar tan agitada y nerviosa.

—¿Qué pasa, Indis? —Preguntó Arwen, preocupada mientras Mok se acercaba a mí a revisarme. Otra vez la mirada preocupada de Kareth, já.

—Mirad lo que he encontrado. —Levanto el sucio y polvoriento libro hacia ellos.

—¿Un libro lleno de mierda? —Ironizó Reera. Pude ver como Kareth intentaba no sonreír y eso me hizo hervir de rabia.

—¡Es mucho más que eso! —Protesté.

—A ver, muéstranos. —Me pidió Mok de manera madura y formal. Se le notaba bastante que era el más mayor de aquí.

—En este libro viene narrada nuestra creación y también contiene información sobre la Hada Myriad. Puede ayudarnos en nuestra misión.

Tras soltar toda la información, Reera y Kareth ya no tenían esa expresión burlesca, los había pillado desprevenidos con mi descubrimiento. Arwen e Heven comenzaron a hacerme palmas y Mok fue corriendo hacia mí para estrecharme  entre sus brazos.

—¡Muy bien, Indis! —Gritó, Reera, completamente emocionada.

Una vez que nuestros ánimos se calmaron, soplé sobre la tapa del libro para quitarle el polvo y leí el título en voz alta.

—La guerra entre dos mundos.

—Suena interesante. —Comentó Heven mientras se comía los frutos que teníamos de víveres y Kareth la miraba con recelo.

—Deberíamos empezar a leerlo ya y sacar todas las pistas que podamos de aquí.

—Antes de nada —Empecé—, ¿qué sabemos de esta Hada?

—Que es mucho más poderosa que las demás, que habita en el Cielo junto con los Dioses. —Explicó Reera.

—Se dice que es estricta y fría, pero que aún así, su corazón contiene bondad. —Prosiguió el brujo.

—Hay una leyenda que dice que la Diosa Nyshel le hizo un regalo, la inmortalidad. Por eso, ella vive ahora en el Cielo junto con los Dioses.

—Pero esa información no está demostrada. —Culminó Mok mientras miraba a Reera con una sonrisa. Kareth tenía razón, ambos sabían mucho sobre todo esto.

—Bueno, pues leamos el libro entonces, seguro que aquí pone algo. —Sugirió Kareth.

Asentí con la cabeza y lo abrí por la primera página, pero justo cuando iba a leer Reera me interrumpió.

I. Reinados sangrientos: MetanoiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora