Capítulo Cuatro

39 6 4
                                    

If the world ended tonight - Jordan Suaste

Eran las 8pm y yo ya estaba listo para ir a dormir, cuando siento que tocan la puerta de mi cuarto, un poco extrañado voy y la abro para encontrarme con Aster detrás, esta estaba con su pijama básico negro y sostenía dos envases con cosas extrañas en ellos.

 Bueno ¿me vas a dejar entrar o me vas a dejar esperando en la puerta para siempre, angelito?

 ¿Qué haces aquí? — pregunto un poco confundido. No es que no quisiera pasar tiempo con ella pero no me parece el tipo de persona que hace esto a menudo.

 Lo que te dije que iba a hacer — dice mientras me empuja un poco para entrar  Educarte, sigo sin creer que no sabes lo que es una película. Es indignante, debería mandar una carta de protesta a los ángeles de cupido.

 Ahh ok-ok...

 Tartamudo de nuevo, pensé que ya habíamos superado esa etapa.

 Si, lo siento — dije mientras terminaba de cerrar la puerta y nos acercábamos al televisor.

 No te disculpes, ahora, resumí mis opciones: Buscando a Nemo, Monster inc, Enredados y Coco, ¿cuál prefieres? — me ofrece poniendo los dos contenedores con los que venía en mi mesa de noche.

 No creo poder elegir no tengo idea de que me está hablando.

 Solo di un nombre.

 ¿Buscando a Neo?

 Nemo –me corrige.

 Esa.

 Bueno la voy a ir poniendo, tú acomódate en la cama.

No sabía qué hacer, así que me siento en el borde que está cerca de mi mesa de noche y me dedico a mirar mi cuarto, hasta que su pregunta hace que mi atención vuelva a ella.

 Por cierto ¿Te ibas a dormir? ¿Tan temprano?

 ¿Si? — me aclaró la garganta  ¿A qué hora duermes tú?

 Y eso a ti que te importa — dice aún concentrada en lo que estaba haciendo

 Disculpa — bajo la cabeza y miro mis manos inquietas en mi regazo.

 Entre diez y doce todos dormimos, pero depende de nuestro cansancio; Nuestro toque de queda es a las 12am y a las 3am los viernes y sábados — asiento lentamente y sonrío tímidamente, a pesar de querer ser grosera sigue respondiendo.

Una vez que ella termina de poner la película, ve como sigo sin moverme de mi lugar y me dice:

 Oye te puedes recostar ¿sabes?, al fin y al cabo no creo que quieras ver toda la película así. La idea es que la disfrutes.

 Ok — digo mientras subo mis pies y apoyó mi espalda en el respaldo de la cama, después de que me acomodo, seguidamente de que ella apague la luz de la habitación hace lo mismo al otro lado de la cama y toma un control remoto, que al parecer controla el televisor.

 Pásame las cotufas — supongo que habla de las cosas blancas que están en los envases, por lo que le paso ambos, y ella hace un gesto de que me quede con uno, miro el contenido de estas, agarro una y la observo de cerca.

 ¿Qué son? — pregunto

 ¿No has probado las cotufas tampoco?

 No.

 Definitivo, voy a hacer una queja formal, los matan de ese lado. Pruébalas y si te gustan, son todas tuyas — dice ella haciéndose cargo de su propia ración.

Con un poco de duda, por la presión en la mirada de Aster, meto una en mi boca sin pensar mucho, me sorprendo por lo crocante que son y ese ligero sabor mantequilloso mezclado con sal hace que la satisfacción llene mi cuerpo. La comida de este lugar es deliciosa y nadie lo podría negar.

 Están muy buenas.

 ¿Verdad? — se le ve satisfecha de sí misma y con un poco más de confianza decido preguntar

 ¿Y siempre se comen viendo pelucas?

Se ríe y me corrige:

 Películas angelito, se llaman películas.

 Eso.

 Si, normalmente si, o una serie, pero lo puedes comer viendo hasta un documental y estaría bien.

 Eso sí sé que es, teníamos de esos allá –digo orgulloso de mi mismo.

 Por qué no me sorprende — sonríe falsamente  Bueno la voy a poner ¿ok?

 Ok  Aqui vamos.

Después de largas charlas durante la película, tratando de entender lo que era, cómo funcionaba, me estaba familiarizando y le encontraba lo fascinante a la forma de divertirse que tenían los humanos, aunque la idea de perder un par de horas de tu vida viendo la historia de alguien más, en este caso un pez, sonaba muy descabellado la práctica no lo era, si Aster quería venir con cotufas todas las noches con gusto le abriré la puerta. 

Una vez que termina, siento la mirada de Aster en mí como si estuviese esperando algo.

 ¿Qué pasa? — me atrevo a preguntar.

 ¿Cómo que "qué pasa"? ¿Te gustó? ¿No te gustó? ¿Qué piensas?

 Es todo muy nuevo para mi, pero entiendo porqué les gusta pasar el tiempo así.

 Ok, lo tomo. Lo que no tomo es que te terminaras comiendo mis cotufas.

 Disculpa, pero fuiste tú la que me dijo que podía hacerlo.

 Deberías aprender que no debes creer todo lo que digo — ambos sonreímos, y un silencio incómodo se forma entre ambos, pareciera que ninguno quiere ser el primero en apartar la mirada. Sus ojos azules tenían algo tan especial que no podía explicar qué era, pero me tenían atrapado, como si dijeran que no tenía oportunidad contra ellos, porque siempre existirá algo más hermoso. Su mirada se oscurece de repente la aparta, carraspea y dice:

 Creo que ya debería irme, es tarde.

 Si, te acompaño.

Ambos nos levantamos. Ella agarra ambos recipientes, le abro la puerta y sin dirigirnos la mirada ella sale hacia su propia habitación cruzando el pasillo. Antes de darme cuenta una sonrisa tonta se forma en mi rostro, y estuvo en el hasta que caí en los brazos de Morfeo.

Esa noche aunque el sueño me recibió feliz las pesadillas no dudaron en atacar, buscando la oportunidad para destruirme. Sentir como esa parte de mi era arrancada sin permiso solo por un error, un malentendido.

Nadie nunca supo la verdad de lo que pasó. Nadie nunca escuchó. Nadie evitó la injusticia. Nadie me creyó inocente.

(:

How to be a HeartbreakerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora