"La resiliencia es la capacidad que tiene un ser vivo de adaptarse a una situación traumática".
A la edad de los quince años, Elizabeth tiene un accidente con su padre dejándola ciega y mentalmente responsable por el hecho.
"No porque no pueda...
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"No porque no lo puedas ver significa que no está frente a ti"
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—Tengo miedo de quedarme sola—confesó mientras Jughead estaba cocinando un almuerzo para ambos, en su departamento—. Pero no quiero ser carga ni para ti ni Kevin, ya pasó más de una semana.
—No lo eres, Betty. No me molesta que estés junto a mi, lo sabes.
—Simplemente, ¿Cómo sabré si estoy en riesgo?
—Betts, no porque no puedas ver significa que no está frente a ti. Literalmente has hecho todo lo que podías y no tenías forma de saber que era lo podía pasar, pero no es tu culpa.
—La primera frase sonó un poco oscura—soltó sentada en la mesa.—Y me di cuenta que me da miedo pensar que estás cocinando.
—Estoy haciendo fideos, no tiene mucha ciencia.
—No lo sé, pero estoy atenta a que no los quemes.
—Divertida, señorita Cooper—soltó divertido mientras se acercaba a ella y se colocaba cerca de su rostros—. Bastante divertida—murmuró para luego poner sus labios sobre los de ella.
—Me encantan nuestras pijamadas de los viernes.
—Yo amo que Kevin se vaya a trabajar y me deje quedarme contigo.
—Hablas como si fuera mi padre—se burló divertida.
—Pues me da mis restricciones junto a ti. Lo cuál no me parece justo.
Esta sonrió—Jughead Jones... ¿seguro que los fideos no se están pasando?—este se giró:—¡El agua!—soltó para avanzar rápidamente y apagar la cocina— bueno, no se pasaron. Es lo bueno.
—Si se pegotean se pasaron—soltó divertida mientras se levantaba dispuesta a poner la mesa.
—Muy divertida.
—Muchas gracias, corazón—sonrió esta caminando dispuesta a colocar la mesa, sin embargo él tiró de su mano.—¡Jug!—soltó divertida mientras este pasaba su mano por la cadera de esta.
—Es divertido ver lo mucho que has cambiado mi forma de ver la vida—la miró mientras esta seguía con esa expresión de ternura y ponía sus manos sobre el pecho de él—. Es como si de repente, todo lo que uno tenía pensado para la vida se diera vuelta. Y eso no es algo que uno espera ver venir.
—Te puedo asegurar que yo no espero ver nada venir—soltó media burlona.
—No puedes verte, pero tus mejillas me está volviendo loco—aseguró tomando ambas mejillas de esta con una mano, presionó levemente y besó en los labios.
