Capítulo XIV

62 11 2
                                    

Antes de empezar, quiero aclarar que el cap. Tiene unas cuantas ideas algo fuertes a mi punto de vista. Gracias por leer!!

PDV Elly:

Media noche...

No entiendo cómo llegamos a esto. Apenas ayer estábamos juntos, divirtiéndonos y comiendo y ahora... ahora estamos en este maldito y frío hospital. Desde que Atem se desmayó no ha despertado... la operación de emergencia que le realizaron salió bien, pero él no parece mejorar:

"...La operación fue un éxito, pero eso no garantiza que el muchacho sobreviva, Elly; perdió mucha sangre y sus signos vitales están inestables. No puedo garantizar nada, pero haremos todo lo posible para que se salve..."

¡¡MALDITO MARCO DE MIERDA!! ¡¡ESTO YA ME COLMÓ!! ¡¡NI ATEM NI BAKURA MERECÍAN ESTO!!

-Elly.

Escuché tras de mí. Me apresuré a darme la vuelta, dejando de lado el café que preparab para poder seguir despierta:

-Dígame, doctor Gutiérrez. -Deja las formalidades. Sabes que te estimo mucho y que me preocupa tu seguridad y la del muchacho también.

Bajé la mirada, puesto que sabía a qué se refería:

-¿Aún no despierta? -No, aún no.

Tras escuchar eso, mis piernas experimentaron un temblor que hace mucho no les recorría... no desde la primera vez que Marco me levantó la mano. Cómo pude, reuní fuerzas para preguntar algo cuya respuesta me atemorizaba:

-¿Cree que despierte? -Atem es un tipo bastante fuerte. Estamos haciendo todo lo humanamente posible, así que confía en sus fuerzas y reza por el milagro. -¿El milagro? ¿En serio quiere que confíe en que Dios hará un milagro, doctor? ¡MALDITA SEA! ¡SI POR HABERME AFERRADO A ÉL Y A SUS ESTÚPIDOS REQUISITOS PARA SER UNA NIÑA BUENA ES QUE ESTOY SUMERGIDA EN ESTA PORQUERÍA!

Grité mientras empezaba a llorar
Me apoyé en la mesa donde estaba la cafetera, haciendo un intento inútil para no caer. Carlos se acercó, y tras tomarme por los hombros, ordenó:

-Entra ahí.

Me aferré a su bata para poder caminar. Me sentó de golpe en una de las sillas de esa obscura habitación y cerró la puerta con seguro. Mantuve la mirada baja, así que solo pude percibir cuando se colocó de cuclillas frente a mí y el cómo tomaba mi mano con afecto casi paternal:

-Elly. Sabes bien qué es lo que sucederá ahora, ¿cierto? -Sí. -¿Qué piensas hacer? A Marco lo he tenido medio sedado para que no pueda hacer nada en contra de ustedes, pero no puedo retenerlo por siempre. -Lo sé... lo sé... ¡MALDITA SEA, ESO LO SÉ!

Espeté mientras me desbordaba en alaridos y llantos confusos hasta para mí:

-Trata de calmarte, por favor. Atem te necesita con la cabeza fría. -¡NI SIQUIERA ES SEGURO QUE ÉL VAYA A SOBREVIVIR!

Espeté:

-¡USTED ME DICE QUE CONFÍE EN SUS FUERZAS Y QUE RECE POR UN MILAGRO! ¿¡A QUIÉN LE DEBO REZAR, CARLOS!? ¿¡A QUIÉN!? ¿¡AL DIOS AL QUE LE HE PEDIDO QUE ME SAQUE DE ESTE INFIERNO!? ¿¡A ESE QUE SE JACTA DE SER GRANDE Y PIADOSO, PERO QUE PERMANECE SENTADO EN SU CÓMODO TRONO DE PORQUERÍA MIENTRAS ATEM ESTÁ MORIBUNDO!? ¡¿ESE QUE DICE QUE LE DA A QUIEN LE PIDE?! ¡¡¡¡YO LE HE SUPLICADO POR AYUDA!!!! ¡¡LE PEDÍ QUE ME SACARA DE ESTE INFIERNO!! ¡¡¡¡ROGUÉ UNA Y MIL VECES QUE TODO ESTO PARARA Y JAMÁS ME AYUDÓ O ESCUCHÓ!!!! ¡¡¡ME DEJÓ SOLA!!! ¡¡¡SOY DE LA MIERDA QUE NO SE MOLESTA NI SIQUIERA EN VOLTEAR A VER!!! ¡¿QUE LE PIDA UN MILAGRO?! ¡¿A QUIÉN?! ¡¿A ESE SUJETO QUE NI SIQUIERA EXISTE, Y QUE DE EXISTIR, HA SIDO CRUEL E INDIFERENTE CONMIGO?! ¡¡NO, DOCTOR!! ¡¡NO VOY A DEJAR ALGO TAN VALIOSO COMO LA VIDA DE ATEM EN MANOS DE ALGUIEN QUE NO ES CAPAZ DE VOLTEAR A VERME!! ¡¡ESTOY HASTA LA MIERDA DE ESCUCHAR QUE CONFÍE, QUE LE HABLE, QUE LE PIDA PORQUE ÉL HARÁ LO SUYO!! ¡¿HASTA CUANDO TENGO QUE ESPERAR!? ¡CARAJO! ¿¡HASTA CUANDO!? ¿¡HASTA QUE ME MUERA?! ¡PROMETE EL CIELO COMO PREMIO PARA AQUEL QUE ACEPTA VIVIR CAGADO! ¿Y SABE UNA COSA? ¡¡YA ME HARTÉ DE CARGAR HASTA CON LA MIERDA DE MI FAMILIA!! ¡¡¡Y YA NO PIENSO SEGUIR ASÍ!!! ¡¡¡¡MALDITA SEA, YA NO MÁS!!!!

Escupí decidida a tiempo que me desplomaba. No sé qué demonios pasa por mi cabeza, estoy en blanco. Sentí la mano de Carlos en mi hombro y sus dedos rodeando mi barbilla con delicadeza. Con un suave movimiento, hizo que nuestras miradas chocaran:

-Haz hecho todo lo humanamente posible por complacer a otros; has sacrificado tu propia felicidad y tus fuerzas para hacer felices a los demás, ¿qué pasó ahora?

"Las personas egoístas dañan a otras"

Esa frase de mi madre saltó desde lo más profundo de mi corazón:

-Fui egoísta. Quise ser feliz por un momento con alguien a quien amo... y ahora esa persona está muriendo. -Tienes razón: fuiste egoísta con los demás, pero es la primera vez en muchos años que no lo eres contigo misma.

Sus palabras me extrañaron en sobremanera y él sonrió con calidez:

-El problema de todo es que has sido egoísta contigo misma. Te has puesto de tapete porque ni tú misma te das el amor que mereces; te has negado el ser feliz por tus propios medios porque no soportas el hecho de que te desaprueben. Eres alguien que ha sido tan estúpidamente egoísta consigo misma, que ha llegado a creer que no merece más que esto. Ese egoísmo al que te sometes es el que no deja que salgas de la mierda. Eres capaz de meterle una patada en el orto a todos; puedes quitarte a Marco de encima y lo sabes. La cuestión aquí no es porqué no te escucha el cielo, sino el porqué no te has amarrado bien los ovarios y le has roto el culo a todos.

Me quedé callada... ¿qué se supone que debo responder?

-Escúchame bien: Independientemente de lo que pase ahora, ya fuiste egoísta con tal de defender algo que amas y en lo que crees. Destapaste la caja de Pandora y eso no tiene vuelta atrás, así que debes pensar en lo que sigue y en las consecuencias de tus próximas decisiones: si vuelves a ser egoísta contigo misma no pelearás, y es probable que pierdas todo lo que te importa; pero si vuelves a ser egoísta con los demás, probarás el verdadero infierno. Ahora debes decidir qué es más importante y cómo quieres que sea tu vida a partir de ahora. Puedes avanzar o retroceder y ambas cosas traerán consecuencias y problemas, lo que marca la diferencia es el por qué te vas a romper el culo. Haz que las lágrimas valgan la pena.

El doctor revolvió mi cabello en un gesto de cariño y me ofreció su mano para levantarme:

-Sea lo que sea que decidas, no estarás sola...

PDV Yugi:

¡Este lugar es increíble! ¡Jamás imaginé que podía venir a un sitio como este! ¡Todo es tan divertido y especial! Lo único que me duele es que Atem no esté conmigo. A veces me siento culpable de saber que sacrifica mucho por mi bienestar y futuro, ya que estamos solos... ¡Es por eso que me esforzaré aún más en el estudio! ¡Cuando me gradúe y sea un profesional, tendré lo suficiente para ayudar! ¡Atem, todo lo que haces y pasas por mí no quedará en vano! ¡Seré el mejor, te lo prometo!

-¡Yugi! ¡Ven a cenar!

Espetó Mai. Ella se encontraba en el umbral de la puerta de la cabaña en la que nos hospedábamos con su gran sonrisa y su nuevo bronceado:

-¡Ahora voy, gracias!

Grité mientras corría hacia ella. Estaba a punto de llegar cuando sentí un punzón horripilante en el costado, el cual me hizo caer de rodillas sobre la arena:

-¡Ay! -¡Yugi!

Gritó Mai a tiempo que corría para auxiliarme:

-¿Estás bien? ¿qué pasó? -No... no lo sé. Sentí una opresión horrible en el pecho... Algo asfixiante...

PDV Elly:

-¡Rápido! ¡Acaba de darle un paro cardíaco al paciente de la 502!

Fue lo que le gritaron a Carlos al salir de la habitación.

-¡Maldita sea! ¡Elly, no te acerques!

Espetó mientras corría hacia el cuarto. Mi cerebro comenzó a esforzarse para recordar el número de la habitación de Atem, mientras mi corazón pedía que no se tratara de él. A pesar del esfuerzo, me percaté que jamás vi el número de cuarto, pero el mundo se me vino encima cuando Carlos entró en donde reposaba mi dulce guardaespaldas..

Dulce Guardaespaldas Where stories live. Discover now