Capítulo 74

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SH: Lo tendría, pero he visto que la decisión que he tomado me lo ha terminado arrebatando.

JT: ¿De qué hablas Sung Hae?

SH: Pronto tu mismo sabrás de lo que hablo. No falta mucho.

-Un par de lágrimas bajaron por tus mejillas.
Sin decirle nada más te retiraste de aquel lugar, tu decisión te había llevado a eso, te estaba llevando al final.
Pero, ¿había valido la pena?

*Al día siguiente*

-El palacio amaneció conmocionado, el rey estaba a punto de llevar a cabo una ejecución, o mejor dicho dos.
Pero cuando los guardias fueron por las supuestas herejes, tan solo encontraron a la pequeña niña envuelta en sábanas.
Ya Na se había marchado, pero su hija había sido abandonada.

Era imposible hacer que Ya Na cambiara, su corazón estaba marchito ya y para eso no había cura alguna.

SH: Te lo suplico, alteza, perdona la vida de esta inocente criatura. Ella no ha cometido nada en contra del reino, fue su madre quien lo hizo, por favor, perdona su vida.

YM: Basta Sung Hae.

SH: Yung Mi. -Tomaste un gran suspiro.- Será mía, será mi hija.

YM: ¿Pero qué dices?

SH: Lo que escuchas, esta niña es mía a partir de ahora y si tu deseo es hacerle daño, tendrás que hacérmelo a mi primero.

YM: ¿Qué demonios te pasa? No puedes hacer pasar a una niña sin sangre real como hija tuya.

SH: Por mis venas no corre sangre real, esta niña es como yo.
Merece vivir, dale una oportunidad Yung Mi.

YM: ¡Guardias!

-Soltó aquella exclamación, y tu te aferraste aún más a la niña que estaba entre tus brazos.

SH: No dejaré que le pongan un dedo encima.

YM: Sigues siendo tan obstinada como el día en que te conocí.
Eres mi reina y lo que tu digas se hará.
Guardias, hoy no habrá ninguna ejecución.

-Soltaste el aire retenido en tus pulmones y sentiste como la paz volvía a ti. Sonreíste y acariciaste la mejilla de la bebé, ahora estaba a salvo.
Tu serías su madre, al menos hasta que el propio destino lo permitiera.

SH: Tu nombre será...

YM: Sung Hae, así se llamará.

SH: ¿Y eso por qué? ¿No debería llevar un nombre más formal?
El mío no corresponde a uno que se le deba dar a esta niña.

YM: Se llamará Sung Hae, porque al igual que tu, yo la quería matar, pero se ha aferrado a la vida.
Además, su rostro me recuerda al tuyo, inocente y hermoso.

-Él se acercó a ti y depositó un suave beso en tus labios.
Miró por última vez a tu hija y se marchó.

SH: Con que Sung Hae, al menos espero que a ti el destino te depare mejores cosas.
Mi pequeña.

<<Meses después>>

Woo: Es un verdadero milagro, el río ha sido purificado de toda sustancia maligna. Las plagas fueron destruidas, los cultivos han prosperado y la población está más feliz que nunca.

YM: El reporte de los agricultores indica que el comercio con los reinos vecinos también ha retomado su normal desarrollo.

Woo: Lo lograron, Daejo ha salido de la crisis.

YM: Sung Hae lo logró.

SH: Fue un trabajo de todo el reino.

-Era cierto, ahora en todo Daejo se mencionaba el surgimiento del reino.
Los tiempos difíciles habían pasado ya, se respiraba únicamente paz y buenas vibras.
Poco a poco los invasores de Saro fueron regresando a sus respectivas tierras, pues ya no se les necesitaba.
La economía de Daejo dio un salto gigantesco y Yung Mi pudo saldar su deuda con la corona de Saro en un período impresionante.
Estaban más que listos para deshacerse de Jung Tae.

<<Narra Jung Tae>>

JT: ¡Haz lo que sea necesario. Infesta sus cultivos con langostas o lo que sea, pero debes hacer que esas tierras vuelvan ser malditas!

Xx: Lo intenté majestad, pero desarrollaron un mecanismo muy eficiente para las plagas.

Eun Sook: Así que esto fue lo que la idiota esa había planeado. Felicidades Jung Tae, nos ganaron.

JT: ¡Eso nunca!

Eun Sook: Acéptalo, el plan con Ya Na no dio resultados, el tuyo acaba de irse a un canal lleno de estiércol.
Si tan solo me hubieras dejado acabar con ella cuando aún estábamos a tiempo.

JT: Tengo otra idea en mente. Pero te hablaré de ella cuando en verdad ya no quede nada por hacer.

<<Narra Sung Hae>>

SH: Hace mucho tiempo anhelaba poder pasar un momento así contigo. Sin tener que recordar que eres el rey y que no tienes tiempo para perderlo en mi.

YM: Sung Hae, no hay nada que me haga más feliz que perder mi tiempo estando a tu lado.

-Una suave brisa movió tus cabellos y viste caer frente a ustedes varias de las hojas del gran árbol al que habían denominado "Árbol de fuego".
Recordaste el día que por primera vez le hablaste, aquel día en el que temiste por tu vida, pero tu corazón dio un brinco al haber encontrado por fin el amor.

SH: Fue un atrevimiento de mi parte hablarle al príncipe, mucho peor fue cuando puse mis manos sobre su suave piel.
Quien diría que ese sería el principio de todo.

YM: Justamente estaba recordando eso. Desde ese día me salvaste.

SH: Tu fuiste quien vino a salvarme, Yung Mi.

YM: Ven, en este gran árbol comenzó todo y quiero que nuestra historia quede plasmada aquí.

-Se acercaron al gran tronco y él sacó la pequeña y puntiaguda daga que sostenía su peinado.
Viste como en la corrugada corteza plasmó una frase que describía a la perfección lo que querías decirle, pero te daba miedo hacerlo.

"Si mi alma es eterna, puedes tener la certeza que siempre te amaré".

YM: No importa lo que pase, tu y yo volveremos a encontrarnos.
Es tu destino y es el mío, permanecer juntos siempre.

SH: Yung Mi, nadie me va a separar de ti. Si mi cuerpo ya no está a tu lado, no dudes que mi alma te acompañará eternamente.

-Lo besaste y dejaste caer las lágrimas que simbolizaban tu dolor.

No había nada qué hacer para engañar al destino.
Para esquivar lo que estaba por venir.

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In Another Life ➳MYGOù les histoires vivent. Découvrez maintenant