Prólogo

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—T/n...— escuche que me llamaban, me removí un poco y cabeceé. Algo me estaba reteniendo.

—T/n...— volví a escuchar la voz grave de alguien. Desperté poco a poco retomando el reconocimiento. me estaban acariciando la mejilla. desperté y me encontré con unos profundos ojos azul oscuros.

Mi vista se enfocó aún más revelando el rostro completo de Dabi que estaba a centímetros del mío. El alzó su mano y la coloco en mi mejilla, su mano era bastante cálida pero se sentía incomoda.

Era una habitación oscura y bastante sucia, estaba húmeda y sin hablar de lo desgastada que se veía las paredes, no había ventanas y solo había una puerta de madera gastada.

Aún estaba aturdida, no recuerdo como había llegado. Intente moverme pero se me hacía imposible.

Intente mirar hacia atrás desesperada y lo que más temía era cierto. Estaba con las manos atada con una cuerda a la silla.

—Touya, libérame— le dije en un tono de advertencia. No quería usar mis poderes con el aunque se trata de un villano.

Fue mi mejor amigo.

—Ni intentes usar tus poderes, están desactivados temporalmente.— dijo el y enderezó su espalda. Alce la mirada para ver su rostro.

Seguía sin entender la situación, intente usar mi quirk pero no pasaba nada. Me maldije a mi misma y me insulte mentalmente por ser débil y dejarme atrapar. Primero que nada ¿como me habían atrapado?

—¿como llegue aquí?— pregunté molesta. El me miraba con una cara que no sabría como describir.

—Yo te traje— cuando Dabi hablo un estruendo se escuchó de arriba y el lugar había temblado un poco.

¿En donde estábamos?¿Debajo de la tierra? Luego recordé en donde estaba hace unos minutos. Estaba arriba, peleando por un ataque de villanos contra la agencia.

Todoroki estaba arriba protegiéndome y...

—¡SHOTO!— grite lo más que pude. —¡SUÉLTAME DABI! TENGO QUE IR CON SHOTO!—

Ahora lo recordaba. Habíamos salido a la agencia de héroes por un llamado y de pronto los villanos atacaron y recuerdo haber estado junto a shoto, lo que pasó después seguía siendo borroso.

Dabi me miró con una sonrisa relajada.
—¿Ahora me llamas Dabi?— el suspiro. —Como sea,ya recuerdas entonces— dijo el.

La puerta hizo un chirrido y abrió dejando ver a un hombre con pelo celeste quien se arrascaba el cuello molesto y tenía una mano que cubría su rostro.

—Haz lo que harás rápido— dijo el villano. Era tomura.

—Déjalo pasar— hablo Dabi sin dejar de verme.

El hombre delgado de pelo celeste dio un tipo de señal y dejó pasar a un hombre. Aquel hombre estaba nervioso, se notaba a kilómetros, seguramente tenía miedo de morir.

El estaba empapado de sudor y ni de hablar de como temblaba.

—T/n, estarás a mi lado, cierto?— Dabi volvió acercar su rostro y su mano donde tomó mi mejilla e intento besarme. Rápido quite el rostro para evitar que este me tocara.

El alejo la mano y apretó el puño.

—En el futuro habrá muchas oportunidades—exclamó el y una vez más se alejó. Esta vez camino y se recostó en la pared.

—Tomura, hazlo— dijo dabi con una voz profunda entre las sombras

—No me digas que hacer— hablo el pelo celeste en reproche. Tomura tomo al chico sin desintegrarlo y lo acercó donde mi.

Tomura miro al hombre y este se notaba con más miedo. —Haz lo que te ordene— ordenó tomura al hombre.

El trago duro y acercó su palma de la mano con miedo a mi cabeza.

¿Que iba hacer? Matarme con su quirk?

—BASTA! ALÉJATE! DIJE QUE TE ALEJES!— grite y grite hasta que la habitación tembló otra vez.

Derrepente el techo se había derrumbado en un parte, había una especie de pilar de hielo que había perforado aquella estructura.

Por el hielo se deslizó shoto y al verlo no pudo evitar salir lagrimas de felicidad.

—SHOTO!— grite. El me miró aliviado y traía una expresión de molestia al ver a los villanos que me rodeaban.

Vi cómo había susurrado un "amor.."

Shoto regreso su mirada donde dabi.

—suéltala y te dejare ir— hablo el.

Dabi solto una risa cínica y se encogió de hombros.

—Bien— dabi camino donde mi y se colocó detrás liberándome.

Una vez libre corrí donde shoto y este me sostuvo en sus brazos. Me aferre a él y me coloque detrás abrazándolo por la espalda.

Dabi alzo una mano y de ella aparecieron su llamas azules.

—Si quieren escapen...Porque voy a tener a
t/n a como de lugar— hablo dabi y shoto nos protegió con su hielo, sacándome a la superficie de una vez.

El arte de seducirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora