𝙆𝙖𝙡𝙤𝙥𝙨𝙞𝙖 | Palabra proveniente del griego. Trata sobre la ilusión de creer que algo es más bonito de lo que realmente es.
𝘌𝘭 𝘧𝘶𝘦 𝘮𝘪 𝘬𝘢𝘭𝘰𝘱𝘴𝘪𝘢.
¡Todos los créditos a WANDAVISION!
Año de publicación: 2021
Año de edición: 2024
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Salem Massachusetts, 1693.
Una aquelarre de brujas caminaba por el bosque, llevando consigo a una joven completamente tapada y amarrada, llevándola a tirones por el lugar. La capucha se cayó de su cabeza, y el rostro asustado y horrorizado de Reina se reveló.
-No.. ¡no!- comenzó a rogar mientras trataba de soltarse de sus agarres, pero le fue imposible. -¡Por favor, no!- pidió casi desesperada. -¡No, no, esperen!
Las brujas la ignoraron y la llevaron hasta un gran palo de madera, en donde le ataron las muñecas con magia.
-Reina Harkness.- la fría voz de su madre resonó por todo el lugar. -¿Eres una bruja?
El aquelarre la miró fijamente, atentas a la respuesta de la joven que se retorcía en su agarre, desesperada.
-¡Sí!- contestó luego de unos segundos, con la voz quebrada. -Soy una bruja..
-Y aún así traicionaste a tu aquelarre.- acusó la canosa, bruscamente.
Cada una de las brujas que rodeaban a Reina se sacaron la capucha lentamente.
-¡No es verdad!- negó rápidamente, con las mejillas llenas de lágrimas.
-¡Robaste conocimientos!- la mayor la cortó, interrumpiendola. -Más allá de tu edad y rango.- su mirada se convirtió tan fría como un hielo. -Tú practicas la magia más oscura.
-¡No es cierto!- se apresuró a negar, completamente desesperada. -¡Yo no sé nada de esos crímenes, lo juro!- sollozó haciendo un último intento de zafarse del agarre mágico.
-¡Ya basta de mentiras!- su madre volvió a interrumpirla, con evidente ira en su tono de voz.
Las lágrimas de Reina dejaron de bajar, mientras su rostro se volvía inexpresivo, al igual que sus ojos. Su comisura izquierda se levantó levemente, en una sonrisa burlona.
-Yo nunca rompí tus reglas.- afirmó tragando saliva. -Se doblegaron ante mi poder.- miró de reojo a las demás brujas, con un destello de travesura.
Murmullos al unísono llegaron a los oídos de la rubia. Los ojos de Reina se abrieron como platos, comenzando a rogar con desespero. Un aura azul intenso rodeó las manos de todas las brujas, a la vez que murmuraban y miraban fijamente a Reina.
