𝑰 𝑩𝒆𝒍𝒐𝒏𝒈 𝑻𝒐 𝒀𝒐𝒖 ( 𝑇𝑒 𝑃𝑒𝑟𝑡𝑒𝑛𝑒𝑧𝑐𝑜) «𝑨𝒆 𝒀 𝑷𝒆𝒕𝒆»

«Capitulo 13»

- Tu padre llamo esta mañana.

Mi mente quedó completamente en blanco, mi rostro paso de estar feliz a serio. Nunca más vi a mi padre pero recordar lo que le hizo a mi madre, crea un rencor y dolor en mi.

Quedé en silencio varios minutos hasta que escuche la voz de Ae llamarme.

- Pete... Pete... Pete- llamaba mi nombre varias veces.

Cuando salí de mi trance pude responder a su llamado.

- ¿Estás bien?- pregunto tocando mi hombro.

- S-si, estoy bien- sonreí pero mi cara volvió a ser sería de nuevo.

Ahora miraba a mi madre quien se encontraba mirándome al igual preocupada.

- ¿Y para que llamo?- pregunté con seriedad y molestia en mi voz.

- Amm... Pregunto por ti, d-dijo que hace mucho ya no enviaba regalos ni te enviaba notas, ¿Cierto?

Asentí mirando mi mano la cual estaba siendo tomada por Ae debajo de la mesa.

- También dijo que estará por aquí un par de días por trabajo y después volverá a Alemania... Pete- se quedó en silencio un segundo- Quiere verte.

Volví a mirarla, ella se notaba preocupada y algo triste en cuanto a mi, mi estado no era ni enojado ni triste.

Minutos después mi tono de voz cambio y mire a mi madre un poco enojado.

- ¿Y como porque querría verme a mi?- pregunté sarcástico- Tiene una hermosa familia feliz allá donde está, es muy feliz con su joven y linda esposa y con sus dos buenos hijos...

- Pete- Ae tomo mi mano cuando vio que me levante bruscamente de la silla.

- De mi mamá, de mi se dejó de acordar cuando cumplí 12 y ahora a recordado que existo. Que no me joda por favor.

Y rápidamente entre del jardín a la casa subiendo hasta mi habitación molesto, dejando a mi novio y mi madre a fuera preocupados mientras yo me encerraba en mi cuarto.

Los minutos pasaron mientras yo lloraba desconsolado en la habitación, trayendo a mi memoria los mínimos recuerdos que tenía de mi padre por muy pocos que hayan sido.

Casi media hora después escuché a Ae tocando la puerta.

- Pete... Pete, déjame entrar por favor!!

No respondí solo seguía de un costado de la cama abrazando mis rodillas y hundiendo mi cabeza en ellas. Minutos después escuché que la puerta se abrió, dejando entrar a la habitación un poco de luz.

Mire y Ae había abierto la puerta estaba solo, parado ahí mirándome con su rostro preocupado y sin ninguna ficción. Entro un poco después acercándose a mi y cerrando la puerta después.

- Pete, ¿Qué estás haciendo ahí?- pregunto acuclillándose frente a mi.

- Ae, lo siento. Puedes irte si quieres en el auto pero ahora no quiero hablar- dije en un sollozo.

- ¿Y crees que te voy a dejar así, aquí solo? No, por supuesto que no- tomo mi mano que se encontraba posada en una de mis rodillas.- ¿Puedes mirarme?... Por favor.