INOCENTE - IMAGINA CON KIM TAEHYUNG.

Mayo /Cap. Especial.

7 Años después...

Había olvidado la sensación que me provocaba al verte sonreír o cuando me tomabas la mano. Recuerdo que amabas jugar en la lluvia, que amabas los dulces y los libros, que amabas el beso mágico de la bella durmiente.

Recuerdos que están frescos en mi memoria. ¿Algún día podría dejarte ir?. Lo siento. Pero vives en lo más profundo de mi ser.

Hoy deambulaba por la habitación y mientras limpiaba el clóset vi una caja color beige. Estaba un poco polvosa y se veía un poco deteriorada, no recuerdo cuando fue la última vez que la había visto.

Pues había decido hacer un poco de limpieza ya que Suhan estaba en el colegio. Tenía 10 años y Cursaba  el cuarto grado.

Pero vi esa caja con detenimiento y la puse en el suelo. Abrí la caja y vi que tenía un par de hojas de papel,  había una corbata y una carta al lado de ella.

La tomé y la vi. Estaba muy linda y en buen estado, aunque se me hacía conocida. ¡Claro!

Era mía.

¿Pero cómo había llegado ahí?.

Tomé la carta y la abrí. Esa letra....

...

Tomé la corbata  de Taehyung porque anoche estalló sus labios en los míos, oh cielo santo. Es insoportable saber que lo hizo. Pero ahora no se como devolvérsela. Tengo miedo de que se enoje y pregunte que porqué yo la tengo. Pero cuando me besó le tomé la corbata desordenada que tenía al rededor de su cuello,  y al salir corriendo de la casa vi que la tenía en mis manos. Fueron nervios.

Ahora tendré que ocultarla y jamás regresar a la casa de Taehyung.

...

Extrañamente vi que otras cosas habían ahí,  estaba el libro de la bella durmiente, un par de pulseras y hojas de papel en blanco.

Tomé el libro y lo empecé a ver por dentro, y en una de sus cientos de hojas había una rosa muerta, la tomé y la vi detenidamente, pues la recordé.

—Cariño —dije viendo la rosa, sintiendo que los ojos empezaron a verse cristalizados.

Entonces tomé mi abrigo , el libro y la rosa.

Fui por las llaves de mi auto y bajé hacia la sala con dirección a la puerta. Me fui hacia el auto y me puse en marcha para llevar estas cosas donde estarían conectadas.

Mientras conducía vi que el sol se ocultaba y unas nubes lo cubrían,  y empezó hacer frío. No me preocupé sabía que no sería una tormenta tan fuerte pues sabía que ella me estaba viendo.

Al conducir aproximadamente unos diez o veinte minutos había llegado al cementerio y me adentre en el, buscando la lápida de ella , hasta que la encontré y habían unas flores frescas de color rosado. Había un peluche de oso color café,  había una carta.

Yo me puse en cuclillas.

—No sé porqué fui a ver esto, sabía que te gustaba coleccionar cosas extrañas, no sabía que había una rosa ahí, supongo que es de hace ocho o diez años atrás,  me encantó haber encontrado mi corbata aunque no sé porque no me lo dijiste, supongo que tenías razón —le hablé a la lápida—. Creo que te encantaría tener tus cosas cariño, tú libro favorito —lo coloqué encima de su tumba— tu rosa —hice la misma acción— y ahora espero que sigas esperando a que vuelva a verte. Mi amor.