Tras finalizar la guerra santa, Merlín usaba a Melascula como rata de laboratorio, estudiándola mientras experimentaba con ella. Mientras Merlín no se encontraba en su laboratorio, Melascula pudo escapar, pero no era como ella esperaba.
Mientras tan...
Un sueño, un significado, eso es lo que hemos visto en los últimos capítulos. ___ al dormir apareció en un lugar oscuro, con dos sillas vacías. Él, sabiendo de que se trataba se sienta en una.
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En eso, alguien totalmente oscuro se acerca a la silla para sentarse, alrededor de él había un aura color morado.
Él dueño de aquel lugar llamado ___ empieza a hablar. —¿Por que llamaste?— Pregunta él.
Su misterioso acompañante responde su pregunta. —Fácil, te diré cosas que no debes hacer— Comenta este.
Él sin entender responde. —¿Qué...clase de cosas?— Pregunta nuevamente algo desconfiado.
La sombra se cruza de brazos. —No digas ningún número cuando estés con Melascula— Habla seriamente. —No hables de religión, y te lo vuelvo a repetir...— Este se levanta para subir su tono de voz. —NO MENCIONES ÉL CLAN DE LAS DIOSAS, NI EL DE LOS DEMONIOS.— La voz termina por mirarlo con una mirada penetrante y escalofriante. Después de eso el desaparecería.
El corto sueño había terminado, ___ habré los ojos, ya era de madrugada, pues el sol iluminaba levemente la habitación. Una Melascula despierta estaba acostada boca abajo sobre el pecho de ___ mientras movía sus piernas en el aire. Melascula al sentir la mirada de ___ empieza a saludar con una sonrisa.
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—Buenos días, dormilón— Melascula apoya su codo en el pecho de ___, ella coloca su mejilla en su palma para apoyarse en su palma.
Él al escucharla contesta. —Buenos días Melascula...¿Cuánto tiempo llevas ahí?— Pregunta él.
