Capitulo 1

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HARPER

Me encuentro en un avión rumbo a San Diego, mi ciudad de origen. Luego de dieciséis años volvería y estaba muy emocionada. Mamá y papá habían partido por trabajo a Argentina cuando tan solo tenía un año de nacimiento, ellos son abogados muy exitosos en su rubro y, además, mi mayor orgullo. Siempre fuimos nosotros tres hasta que adoptaron a Tomás, mi mejor amigo, quien perdió a sus padres en un accidente de auto a los 11 años. En realidad nos conocemos de toda la vida, nuestros padres fueron muy amigos y al ocurrir el hecho más trágico que he presenciado en mi corta vida obtuvieron su custodia.

—Cariño, ya falta poco por aterrizar—Mamá me interrumpe en mis pensamientos.

—Bueno ma, papá y Tomi no creo que despierten, vamos a tener que esperarlos cuando bajemos—Me acomodo en mi asiento.

—Ya me los imagino a esos dos, siempre hacen lo mismo—Mamá niega con la cabeza y llama a una azafata para que vaya a despertar a los dos hombres de mi familia quienes se encuentran unos asientos más adelante.

Miro nuevamente enfrente mío donde hay un chico extremadamente lindo y con aires de modelo. ¿Por qué la vida es tan cruel? Digo, siempre me parece atractivo algún chico que sé que no voy a volver a ver nunca más en mi vida, pero se vale soñar eh.

—¿Quieres una foto linda?—Miro rápidamente al chico enfrente mío quien me mira con una gran sonrisa.

—Eh ¿No? ¿Por qué querría una foto tuya?—Lo miro con una cara de wtf qué le pasa a este tipo.

—Será porque me has mirado todo el vuelo—Vuelve a reírse.

—Oh, lo siento, no quería incomodarte—Lo miro apenada.

—Tranquila, no hay problema, ¿cómo te llamas?—.

—Harper, tú?—.

—Liam, un gusto hermosa—Me guiña un ojo y se coloca sus auriculares, ignorándome por completo—. Lo miro de reojo y decido seguir escuchando música hasta que aterricemos.

Luego de recoger nuestras maletas salimos del aeropuerto y esperamos a que nos traigan la camioneta de papá. Mientras vamos de camino a nuestro nuevo hogar mi hermano se queda dormido en mi hombro y empiezo a sacarle selfies para después hacer stickers y molestarlo, es mi actividad favorita después de jugar básket.
Al ingresar al barrio residencial me quedo maravillada, las casas son muy hermosas y sofisticadas. Nos detenemos frente a un portón gigante de color negro, el cual se abre y deja a la vista una enorme casa en tonos negros y blancos de tres plantas con muchos ventanales. Damos la vuelta y me quedo más sorprendida, no tanto por la piscina sino por la jodida cancha de básket que tengo en mi casa. Era el sueño de cualquier basquetbolista.

—Creo estoy en el paraíso—muevo a mi hermano insistentemente para que se despierte y vea lo mismo que yo.

—Harp, ya estás molestando eh—. Tomás abre los ojos y me mira molesto.

—Claro que no idiota, mira el maldito paraíso que tenemos—le señalo la cancha y me mira con los ojos súper abiertos.

—¿Qué hacés ahí sentada? Vamos a jugar—nos bajamos de la camioneta y nos vamos a divertir por un rato, hasta que nos llaman a desempacar.

Luego de acomodar un poco las cosas en mi nueva habitación, me ducho y me acuesto, ya que tengo mucho sueño y mañana tendremos que ir a conocer la preparatoria, aunque no entremos hasta dentro de una semana porque todavía no empieza el año escolar.

A las siete de la mañana ya me encuentro desayunando junto a Tomás para ir después a la preparatoria. Cuando llegamos hay unos cuantos alumnos, supongo que han venido a anotarse en los diferentes talleres y clubes que brinda la institución.

—¡Wow, es enorme!—mi hermano me mira sorprendido mientras avanzamos por los inmensos pasillos.

—Oh sí, ya lo creo, parece que estamos en High School Musical—Nos reímos juntos— Ahora van a aparecer Sharpey y Ryan cantando What i've been looking for.

En ese momento por uno de los pasillos doblan una chica y un chico hablando animadamente, ambos rubios y con características parecidas a los personajes que nombré anteriormente.

—¿Qué demonios?—Tomás se voltea y me mira sorprendido—Me parece a mí o eres bruja Harp.

—Según yo no je, demasiado coincidencia ¿No?—.

—Ya lo creo, oye apúrate que nos tenemos que anotar en el equipo de básket, no te quieres quedar afuera, ¿o sí?—.

—Claro que no, soy muy buena jugadora como para quedar afuera del equipo—Rio engreída y él me mira mientras niega con una sonrisa en la cara.

—Eres un caso perdido pequeña—Me posa su brazo izquierdo sobre mi hombro y emprendemos camino hacia la dirección para que nos informen las clases que tendremos y también para averiguar dónde hay que inscribirnos para el equipo.

Luego de obtener toda la información necesaria para comenzar el año escolar nos dirigimos al gimnasio, que es donde se llevan a cabo las inscripciones.

—Aquí es Harp—Me dice Tomás mientras ingresamos al lugar.

—Mira, allí está el puesto de básket—Señalo y nos encaminamos.

—Hola! Nosotros somos alumnos nuevos y queremos entrar al equipo—Habla mi hermano con los dos chicos que se encuentran anotando a todos los que quieran hacer la prueba para ingresar.

—Oh, bienvenidos—Un chico pelinegro, que por cierto es muy lindo, nos sonríe apenado—Lamento decirles pero solo hay equipo de básket masculino.

—¿Es una broma verdad?—Miro a los tres chicos con los que me encuentro y la sorpresa en mi rostro debe ser clara.

—Emm no, lo siento—Ahora habla el segundo chico, el cual es pelirrojo—Han propuesto muchas veces hacer un equipo femenino, pero nunca hay las suficientes chicas interesadas en jugar.

—Mierda, ¿ahora qué harás Harp?—Mi hermano saca su brazo de mi hombro y me mira preocupado.

—No lo sé—Le respondo y miro a los dos chicos que tengo enfrente—Oigan, y ¿no podrían hacer una excepción para que pueda jugar?

—Oh linda, ojalá fuera tan fácil—Me responde el pelinegro—Tendríamos que hacer una reunión con todo el equipo y con el director, si juegas bien supongo que se puede pensar, pero el obstáculo es el capitán, a él no le agradaría la idea.

—¿Por qué no?—Lo miro un poco molesta.

—Es medio complicado, para él el básket es cosa de hombres—Se encoge de hombros al terminar de hablar.

—Lo único que me falta, lidiar con un idiota machista—. Los vuelvo a mirar a ambos—Voy a anotar mi jodido nombre en esta jodida lista y voy a hacer las pruebas que tenga que hacer y voy a hablar con quien tenga que hablar, porque yo sin jugar no me quedo—El chico pelirrojo con una clara mueca de sorpresa en su rostro me tiende una lapicera y una hoja, donde anoto mis datos y luego se la paso a Tomás.

—Ahí tienen—Mi hermano les devuelve las cosas—¿Cuándo nos tenemos que presentar a las pruebas?

—Mañana a las 3 pm, aquí en el gimnasio—Contesta el chico pelirrojo—Hablaremos con el director y veremos si podemos hacer algo por ti.

—Muchas gracias, mañana estaremos aquí—Antes de marcharnos me doy vuelta y les sonrío a ambos—Avísenle al idiota de su capitán, para que sepa que una chica quiere entrar al equipo y lo va a dejar en ridículo en las pruebas.

Cuando les termino de hablar una voz se escucha atrás mío y no es la de Tomi.

—¿Una chica en mi equipo? Ni en tus mejores sueños—Un chico rubio, con una sonrisa arrogante más grande que mi casa, aparece en mi campo de visión.

Así que este es el idiota.

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⏰ Last updated: May 18, 2021 ⏰

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"Del odio al amor, está el básket"Where stories live. Discover now