~Platillos que enamoran~Sanji y tu~

Platillo 9

T/N

Mis ojos se abrieron ante el ruido insistente del despertador. Un fuerte dolor inundo mi cabeza, era como sentir que las neuronas de mi cerebro se contraían. Suspire cansada mientras despeinaba mi cabello frustradamente antes de ver la hora en mi celular, eran las 5:30. Me levante a regañadientes para dirigirme al baño. Mi cabello estaba grasoso y me sentía incomoda, debía bañarme y desayunar antes de ir al trabajo.

Entré en la ducha sintiendo como el agua recorría mi cuerpo, era realmente agradable. Ayer...fue un día difícil... Incluso hoy, los pensamientos y preguntas innecesarias rondaban mi cabeza. Eran simples estúpidas preguntas que solamente quería ignorar, no iba a darle mas vueltas al asunto. Solo lo cruce por casualidad, el se sorprendió, yo me sorprendí, esa era toda la historia. 

_Si, no hay nada mas detrás de esto...- Hablé suspirando mientras enjuagaba el jabón de mi piel. 

El agua tibia calentaba mi cuerpo sutilmente haciendo que por un segundo deseara no salir de ese lugar. Por un momento...me sentí bien, mi mente estaba despejada, en blanco. Cuando mi mente estaba de ese modo...simplemente podía hacer lo que deseara... Crear un mundo imaginario donde las sonrisas abunden, incluso crear una película, novela. Podía ser una princesa engreída o amable, una sirena, una guerrera, incluso una gigante, podía ser lo que mi mente pudiera imaginar. Que a comparación del mundo real...solo podía ser una cosa, yo.

Cerré mis ojos por un segundo cuando dé repente el ruido del timbre resonó fuertemente por el lugar haciéndome sobresaltar. Suspire pesadamente al caer en la realidad, cerré la canilla, abrí la cortina y pose mis pies sobre el frio piso que se encontraba fuera de la ducha mientras tomaba mi toalla para envolverme en ella. El frio trepo por mi espalda y se esparció por mi cuerpo como una corriente eléctrica. Caminé hasta la puerta principal mientras comenzaba a temblar levemente y me apoye contra ella para luego mirar por la mirilla. Era Sanji, con un plato de comida en una sus manos.

_¡S-sanji! ¿¡P-puedes volver en diez minutos!?- Grité atreves de la puerta para no tener que abrirla. Mi voz salió en un tartamudeo incontrolable, sabia que si la abría, el frio del otoño me cubriría por completo, sin mencionar que abrir la puerta de este modo no era de lo mas agradable. Mientras me encontraba viendo por la mirilla, el cambió por un segundo su rostro inexpresivo a una pequeña expresión confundida cuando abrió su boca para hablar.

_Esta bien, Ma'am. Yo esperaré aquí.- El respondió con tranquilidad. ¿Q-que...? ¿P-por que esperaría afuera? ¡Hace frío y el tampoco está abrigado! Suspiré pesadamente antes de quitar el seguro a la puerta y alejarme hasta el pasillo.

_¡Solo entra! ¡Esta abierto!- Grité nuevamente para que me escuchará antes de entrar a la habitación y comenzar a vestirme a velocidad récord. Estaba sumamente consiente que dejar entrar de esa forma a el vecino que acababa de conocer era algo casi impensable, pero tampoco era realmente consiente hacer una apuesta al segundo día de verlo, simplemente no lo quería dejar parado en la puerta esperando...