Maki Zen'in

現在 - presente

Presente

Hace un par de horas que te habías levantado, estabas tomando un té junto a Panda antes de que ambos iniciaran su rutina de entrenamiento matutino.

En el silencio de la sala te permitiste divagar por tus pensamientos, recordando la dulce noche que tuviste durmiendo junto a Maki, y aunque por la mañana ella ya no estaba en tu habitación — debido a su rutina de levantarse más temprano que tú —, recordaste la cita que ambas tuvieron el día anterior, haciéndote esbozar una pequeña sonrisa para ti misma.

— ¿Porqué sonríes? — habló Panda, mirándote curioso.

Tarareaste, llevando la taza que sostenías a tus labios y tomando un sorbo del contenido. — Sólo recordaba lo dulce que es mi novia.

El animal soltó una sonora carcajada. — ¿Maki? Sabes que ella da miedo, ¿verdad?

— ¡Ella sólo es un poco dura! — dijiste mientras fruncías el ceño —, pero es muy dulce.

— ¿Quién es tan dulce? — se escuchó la voz de Maki detrás de ti, quién estaba ubicada justo en el marco de la puerta del comedor.

Abriste los ojos de par en par, ella suele tener este hábito de aparecer en los momentos más inoportunos, haciéndote tartamudear cuando te das cuenta de ello, qué vergüenza.

Panda ensanchó su sonrisa burlona. — Sólo es una ____ totalmente flechada hablando de ti, Maki.

La de cabellos verdes oscuros suavizó su mirada, riendo por lo bajo cuando miró tu rojizo rostro evadir su mirada. Le parecías tan linda de esa forma que entonces decidió no molestarte tontamente con ello como usualmente lo hacía.

— Deja de avergonzar a mi novia — soltó Maki a la par que golpeaba la enorme cabeza de Panda con su tira de madera.

Él dejó escapar un chillido, limitándose a masajearse y no decir nada más al respecto. Zen'in realmente daba miedo.

Después de aquello tu novia salió de la sala hacia su entrenamiento con Megumi, y unos minutos más tarde tú hiciste lo mismo con Panda; así por un par de horas bastante largas.

No te permitiste cansarte demasiado ya que aún debías cumplir con la misión que Satoru te había asignado junto a los de primero, a la que partirían al inicio de la tarde. Sin embargo, Panda solía darte lucha en las prácticas cuando realmente quería, aunque fuese algo mínimo.

Justo a las tres en punto de la tarde, luego de tomar una ducha y prepararte, te encontraste con Nobara y Megumi en el corredor principal del colegio, en el que también los esperaba a todos el alto profesor albino.

— ¡Bien! Ya que están todos aquí, sólo debo decirles que ésta maldición es de tercer grado y está en un sucio edificio horrible, — comenzó a hablar el mayor — Ijichi-san los llevará — terminó despreocupadamente.

— Profesor Gojo, ¿usted no irá con nosotros? — preguntó Megumi, desconcertado.

— Por supuesto — respondió sonriente— que no, ¡tengo un muy importante viaje de negocios! — recalcó felizmente — para eso Kamo irá con ustedes — siguió hablando mientras hacía gestos despreocupados al aire con las manos.

Palideciste en tu lugar durante un segundo antes de soltar un pesado suspiro. — ¿Porqué ya me lo esperaba...?

— ¡Estoy contenta de que nos acompañes, ____-senpai! — te interrumpió Nobara con evidente emoción y brillos en sus orbes castaños, sonreíste.