Algo Inesperado (Dekukatsu)

🔅A Dos Pasos De La Desgracia🔅

Hablar con Hatsu-nichan solo había servido para desahogarme pero, otra vez me encontraba con los sentimientos a flor de piel. Eran alrededor de las 8pm, me había demorado a propósito. Puesto que no quería verle tan rápido, mi corazón no soportaría tener una pelea de esta magnitud, además yo estaba intentando controlar a toda costa al animal que tenía dentro, no quería que volviera a suceder lo que pasó en aquella ocasión, fue tan doloroso volver a mi dos meses después y enterarme de lo que había sucedido....

Estando aquí, en el aparcamiento, mirando en dirección a la puerta de la casa en la que ahora no he puesto un pie desde que me fui. Con los nervios a flor de pie me dirijo a paso rápido, al parecer soy el primero en llegar. Que malos recuerdos me trae esto....

Apenas puso un pie en la entrada de aquella casa el olor a Katsuki le golpeó la nariz y lo tomó de imprevisto, callo de rodillas luchando con su animal interno que rasgava las paredes de su consciencia luchando por tomar el control, usando toda la fuerza de voluntad que poseía se resistía cuanto podía, si bien se a dicho que uno no puede luchar con su otra mitad, justo ahora el no podía salir. Dejarlo libre a sus anchas ahora podía significar una tragedia, y está vez no podría soportar perder... Esta vez no podría, ya que era su destinado. Moriría una vez que se diera por enterado de que su ser amado y destinado hubo muerto por su culpa. Eso.... Acabaría con el de una forma horrorosa.

Intentando no tomar su forma monstruosa, luchaba con esa bestia que quería tomar control de su cuerpo, como aquella vez....

No, no, no, no, esto no volvería a pasar....

Con fuerzas insuficientes logró llegar a la estancia más cerca, que era la sala pero, grabe error...

Ese lugar estaba infestado del olor de Katsuki...

Con un rugido gutural saliendo de sus labios entrecerrados, con los colmillos enterrandoce en su labio inferior causando que empezarán a surcar algunas gotas de sangre. El estaba dando todo de sí para evitar que su lobo tomará el control de la situación, tirado en el suelo a gatas inclinado en una posición donde su cabeza tocaba el suelo, su codo izquierdo estaba en apollo mientras su mano estaba colocada sobre su boca para retener cualquier otro sonido. Por otra parte su puño derecho se estrella a con violencia al suelo causando piel rojiza y algunos cuantos magullones a la madera importada....

Se levanto como pudo y se dirigió a toda prisa al cuarto de piano, apenas puso un pie dentro no pudo sostener otro rugido mucho más fuerte que el anterior. Se encerró, lanzando la llave sin mirar al lugar donde había caído, esta puerta estaba reforzada, si llegase a perder el control su lobo no tendría otra opción más que saltar por la ventana. Pero su mente se desconecto en un instante, o más bien cinco minutos... Cinco minutos en los que su lobo estuvo haciendo lo que quiso sin que el pecoso pudiera oponer resistencia...

Cuando regresó en sí, estaba apollado en la puerta mientras sus piernas estaban estiras, alzó su mirada del suelo para dar un vistazo a la habitación llevandose una sorpresa no muy grata... Todo a su alrededor estaba destruido. Sus paredes estaban llenas de zarpasos, su escritorio, la estantería donde colocaba las partituras, incluso la puerta que miraba desde abajo desde la misma posición tenía enorme huellas de garras muy filosas que hicieron todo lo que pudieron por romper la puerta... Si bien todo estaba dañado lo único que seguía intacto era, su piano, el piano era lo único que permanecía sin daño alguno, y viendo la situación o más bien la habitacion cualquiera creería que fue atacado por un oso, pero en realidad fue el....

Llenándose de inseguridades se puso en pie con dirección al único lugar que por más fuerte sea el abatir del tiempo seguía intacto...

Habrio la caja del piano colocándole también la varilla para que lo sostuviera se dispuso a sentarse, mirando con mucho cariño a su ya viejo piano, y si mal no recuerda este piano ya cumplirá siete años...