III

2.5K 275 147
                                    


La fiebre de Chuuya bajaba muy lentamente, Ranpo comenzaba a desesperarse por verlo postrado en cama. Un médico que había mandado a llamar por la mañana, afirmó que estaría bien en unas cuantas horas que para el azabache se sentían como una eternidad.

—Puedo cuidarme solo, no necesito que estés aquí.

—Ni siquiera puedes levantarte ¿Cómo sobrevives cuando te enfermas?

—Normalmente no me enfermo, por eso no es necesario que me cuide.

—Bueno, eso no importa ahora; platicaré con los oficiales para avanzar y salir de aquí. Descansa hasta que vuelva ChuChu.

Chuuya no renegó, se sentía tan cansado que lo único que quería era cerrar los ojos.

•••

Pasadas unas horas, Ranpo regresó viendo que Chuuya aún dormía, se acercó con cuidado para verificar que siguiera respirando y que su fiebre estuviera estable.

—Eres más tranquilo cuando duermes... Dejas atrás ese lado tuyo que siempre está a la defensiva— Susurró casi inaudible.

Se quedó varios minutos perdido en sus pensamientos mientras observaba el rostro sereno de Chuuya, estaba atardeciendo por lo que algunos rayos se colaban e iluminaban el cabello y parte del rostro de Chuuya; sin duda un espectáculo para Ranpo quién aún distraído no se percataba de que cada vez se acercaba más a su rostro.

Su curiosidad por el rostro de Chuuya era tanta que no dudó en empezar a remarcar con líneas invisibles sus delicadas facciones, pasando por los labios en donde se detuvo por la suavidad de estos. ¿Cómo un mafioso puede tener los labios tan suaves? Seguramente invierte mucho en ellos.

No le importó que Chuuya fuera de la organización enemiga y que sus interacciones fueran prácticamente nulas, sentía la necesidad de probar esos labios que aseguraban ser un completo deleite. No esperó más y junto sus labios con los ajenos. ¡Vaya sensación! Eran suaves y dulces, Ranpo podría compararlos con los caramelos que poco a poco se deshacen en el paladar dejando un sabor placentero. No planeaba detenerse, podría volverse adicto a la sensación que por primera vez había deseado tanto.

Chuuya empezaba a despertar gracias al movimiento que estaba sintiendo, al abrir los ojos lo primero que vio fueron los ojos esmeralda de Ranpo que lo miraban con deseo. Intento apartarse al darse cuenta en que situación se encontraban, pero Ranpo de lo impidió al levantar su cabeza para profundizar el beso.

—No diré que lo siento, pero sé que lo que hice esta mal.— Tras unos segundos recomponiendose por la falta de aire se alejó del pelirrojo evitando hacer contacto visual.

—Eso no me reconforta.

—Oh vamos, no fue tan malo.

—No dije que fuera malo.

—¿Entonces te gustó?

—Ese no es el punto.

—Para mi eso es lo más importante.

—No es como si pudiera ir por el mundo diciendo "Besé al detective de la agencia, fue muy agradable sobre todo porque me besó mientras dormía"; es una total tontería.

—Yo si lo haría.

—¿Qué?

—Eres lindo, leal y muy expresivo. Cualquiera presumiría el tenerte a su lado.

—Gracias por el halago supongo, pero tus afirmaciones son equivicadas.

—¿Lo dices por Dazai?

—¿Cómo carajos sabes todo?

—Lo deducí hace tiempo.

—Tienes razón ¿Qué más da? Simplemente no funcionó con ese bastardo.

—Y por ello ahora te niegas a demostrar tus sentimientos.

—Claro que no. El amor no es primordial y menos en mi profesión.

—No pelearé contigo, es mejor verte sonriente y tranquilo.

—¿Te secuestraron los alienígenas y a cambio este es el repuesto?

—¡No! ¡Yo no creo en los aliens!

—¿Entonces por qué actúas tan raro?

—No actuó raro, simplemente digo lo que pienso.

—Dejáme entender ¿Tú piensas que yo soy lindo?

—Si ¿por?

—¿Te das cuenta de que somos del mismo sexo y no es nada varonil decirle a otro lindo?.

—El género no importa, solo dije lo que pensaba. Tienes rasgos muy difíciles de encontrar...— nuevamente se acercó a él en busca de obtener toda su atención.— Vistes siempre de manera elegante...— con cada palabra volvía a ver con deseo los labios del mafioso intentando hacer que Chuuya captará la idea— Eres fácil de motivar y muy fiel...

Chuuya quien se encontraba embelesado con las palabras de Ranpo no se daba cuenta de las intenciones del otro, pero como movimiento involuntario acortó más la distancia logrando así que volvieran a unir sus labios, por primera vez ambos poniendo de su parte.

—Creí que ustedes eran tan orgullosos que jamás besarían a su enemigo.

—Ninguna política de la agencia lo prohíbe.

—No tomes esto como una relación, realmente no me interesas.

—Te creeré.— Ranpo sabía perfectamente que por las acciones y señales que inconscientemente Chuuya emitía estaba mintiendo. Pero le daría el gusto de fingir que estaba de acuerdo.


Creo que para este capítulo ya estarán preguntando ¿Qué tiene que ver el título de este fic con lo que está escribiendo?
Quienes han leído algún otro de mis fics se habrán dado cuenta de que me gusta dar una introducción no tan cursi para luego adentrarme en la trama así que por favor esperen un poco más para entender que el título tiene completo sentido.

Estocolmo [RanChuu]Where stories live. Discover now