𝕃𝕒 𝕙𝕖𝕣𝕞𝕒𝕟𝕒 𝕕𝕖 𝕊𝕥𝕒𝕟𝕝𝕖𝕪 𝕌𝕣𝕚𝕤, 𝕃𝕦𝕔𝕪 (𝐁𝐢𝐥𝐥 𝐲 𝐭ú)

Capítulo 4: Encuentro con Bowers. Parte 2.

Henry:

¿Q-qu-que has dicho, Bi-Bi-Bi-Bill?Tenías tiempo libre este año por lo de tu hermano, se te acabó Denbrough.-Dijo, hasta que reaccioné levantándome y diciendo muy enfadada:

Lucy:

¡Déjalo en paz, Henry!¡No quieras empezar una guerra de insultos, me he leído el diccionario y sé palabrotas desde anormal hasta zoquete!-Dije mirándole fijamente, cara a cara. De repente, miró al conjunto de policías que había a las puertas del colegio. Su padre, que era poli, lo miraba fijamente. Entonces, para aprovechar la ocasión añadí:

Lucy:

Ooooh, se me había olvidado que ese era tu padre. Pues como me hagas daño te juro que aquí y ahora pego un grito para que te castigue de por vida.-Dije, lo de ''marica''a mi hermano me había ofendido bastante. Entonces Henry añadió:

Henry:

Este verano vas a sufrir, Denbrough. Tú y los maricas de tus amigos.-Dijo mirando a Bill, luego lamió su mano y la pasó por la mejilla de Billy. Menos mal que después se largó en el coche de sus amigos matones.

Richie:

Ojalá él desapareciera.-Dijo este mirando como se iban.

Eddie:

Puede que él fuera el causante de todo esto.-Añadió el tiquismiquis.

Billy:

Gracias por defendernos, Lucy.-Dijo. Yo de repente me coloré.

Lucy:

De nada.-Dije mientras con mi camisa le secaba la saliva de Henry. Richie nos miró,se lamió la mano, se la restregó en la cara y dijo:

Richie:

¡A mí también me restregó la mano con la saliva!-Dijo, y le miré con cara de''eres un mentiroso-celoso''.

Lucy:

Toma, Stan, te presto el mío.-Dije dándole mi sombrerito judío a mi hermano.-Total, sólo lo tengo que poner cuando vaya a la sinagoga o sea tu Bar Mitzvá.

Stanley y yo nos fuimos a casa, bueno, más bien yo; Stan solo vino a coger unos pantalones cortos azules para cambiarse en la sinagoga, ya que en la caída de Patrick se manchó de tierra. Se fue con nuestro padre a practicar la Torah, ya que nuestro padre es rabino y estaba bastante decepcionado con él ya que no sabía mucho leer la Torah. Yo ya me había cambiado la falda ya que también me manché, me puse una vaquera del mismo color que el nuevo pantalón de mi mellizo.