💮𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 9: 𝕬𝖒𝖊𝖓𝖔💮

3K 362 18
                                    

Evitar malos comentarios.

『...』

Los días se volvían muy amenos.

MinHo le otorgó una tarjeta de crédito para cualquier cosa que necesitara, además de que le había jurado que le enviara dinero a su familia cada semana. Sintió un revoloteo en su estómago al ver a JiSung tan feliz con esa noticia, con una amplia sonrisa alegre brincando y casi llorando de felicidad. Así quería verlo siempre.

Cada día desayunaban juntos antes de irse a sus respectivos deberes, a veces MinHo iría a casa para el almuerzo, otras veces JiSung almorzaba solo en el jardín. Llegada la noche, cenaban juntos mientras platicaban cómo fue su día o después de la cena mientras caminaban por el jardín. A la hora de dormir compartían la cama, solo se acostaban y abrazaban, a veces había pequeños besos en la mejilla o en la frente, rara vez en los labios. Los fines de semana salían al centro comercial o salían a comer, MinHo manejaba todo el tiempo mientras JiSung admiraba el paisaje sin aburrirse de ver el mismo siempre. En su matrimonio reinaba la tranquilidad.

—Tu coreano ha mejorado bastante en estos tres meses, JiSung.

—Me esforcé demasiado, no quería dejarte en vergüenza.

—¿Y por qué lo harías?

—Por mi acento, no soy tonto, sé que sueno gracioso.

—A mí me gusta.

JiSung se sonrojó y mordió su labio miranda hacia otro lado.

—¿Cuándo me hablaras de ti?

—¿Qué quieres que te cuente? —dijo mientras seguía comiendo su helado.

—No se casi nada de ti, no tienes fotos de tu familia por ningún lado, solo adornos feos y caros.

SeHun rió y le embarró un poco de helado en la nariz causando la risa del otro.

—Sí crees que son feos deberías redecorar.

—¿Puedo hacerlo?

—Es tu casa después de todo, si no te gusta algo cámbialo.

—Tomare su palabra señor Lee—fijó su vista en su helado picoteándolo con la cuchara para ocultar sus emociones. —Ya enserio ¿Qué pasa con tu familia? Jamás han venido a visitarnos.

—Es porque no quieren JiSung.

Alzó su vista encontrándose con sus ojos tristes.

—Ya sabes, son los típicos padres que prefieren más el dinero que a sus hijos. Eran controladores y fríos, prefiero mantenerme alejado de ellos.

—Lo siento.

—No es tu culpa ¿Qué me dices de ti? Apuesto a que te querían mucho.

—Te equivocas—suspiró. —Ni siquiera sé quién es mi padre, mamá se enamoraba de cada hombre que le hablara bonito, siempre decía "este es el bueno, este es el bueno", y siempre desaparecían cuando quedaba embarazada. No les ponía atención a sus hijos porque el hombre en turno era su prioridad, pero siempre terminaban yéndose, hasta que un día ella se fue, creía que sus hijos eran un estorbo, así que se marchó sin importarle lo mucho que sus hijos la necesitaban. un niño de siete años y una nena recién nacida, dime ¿Cómo iba a cuidar un bebé teniendo yo catorce?

MinHo lo miraba en silencio, nunca careció de techo o comida, así que no sabía lo que se sentía, pero JiSung sí. Tenía envidia de esos niños, pues al menos ellos no carecieron de amor como él cuando tenía su edad.

—Tenemos eso en común, ambos estamos solos.

—No—tomó su mano sobre la mesa— Nos tenemos el uno al otro.

Aquella tarde, algo creció en el interior de JiSung.

—¡El último en subir dormirá en la bañera!

Gritó JiSung en cuanto bajó del auto. Empezó a correr seguido de un MinHo de piernas largas, cayó a la cama siendo empujado por otro quien cayó sobre él.

—¡Yo llegué primero!

—¿Estás loco? Es claro que yo llegué antes.

—¿Qué haces? —preguntó en cuanto sintió las cosquillas causadas por el alto— ¡No! ¡MinHo! ¡Para!

Reía mientras trataba inútilmente de defenderse. MinHo se detuvo, ambos riendo, hasta que notaron su cercanía, uno encima del otro. JiSung con ambas manos hechas puño en su pequeño pecho, y MinHo con los brazos a los costados del chino. Sin poder evitarlo, se acercó a apretar sus labios con los propios, sin moverlos, solo tocándose.

JiSung lo miró cuando se separaron. Con una mano le acarició la mejilla sin romper el contacto visual, y lo atrajo hacia él para besarlo de nuevo.

Lento y tierno. Su mano pasó a su nuca, suspiró en él beso cuando MinHo cambió de ángulo, su mano libre pasó a la cintura de este e inició un recorrido de ahí por toda su espalda hasta su hombro.

—Tus ganas—dijo rompiendo el beso. —Aceptaré dormir en la bañera.

—Te cambió el castigo, no soy tan cruel—le dio un casto beso robándole una sonrisa. —Seré más suave contigo.

—¿Cuál será mi castigo de perdedor?

—Serás el último en bañarte.

—Prefiero dormir en la bañera—. se levantó dándole la espalda, JiSung se sentó en la cama.

—¿Por qué?

—Siempre te acabas el agua caliente JiSung.

—Eres rico, en esta casa nunca se acaba nada.

—Y por eso no sé cómo le haces para acabarte el agua caliente.

— ¿Ya intentaste abriendo la otra llave?

—Interesante, la pondré a prueba— río señalando el cuarto de baño con su cabeza—Anda.

JiSung tocó sus labios dejándose llevar por el recuerdo. No dejaba de sentir cosquillas en ellos. Muchas veces había besado a MinHo e incluso compartido fluidos, pero jamás había tenido esas sensaciones.

Pego un pequeño brinco al escuchar a la puerta ser tocada y a MinHo del otro lado.

—Acabarás con el agua del planeta.

—¡Lo siento! ¡Ya salgo!

Cerró la llave y se envolvió en la bata de baño que siempre olía a rosas, Justo como a él le gustaba, MinHo había ordenado cambiar el detergente por uno que tuviera el aroma más fresco y natural que JiSung quisiera.

—Apúrate, tienes una llamada.

Secó rápidamente su cabello y salió, en cuanto MinHo entró al baño, él respondió a la llamada.


『...』

Hola, esto es una adaptación, créditos a la autora @Jung_Hye_Sang_501

Muchas gracias por dejarme adaptar tu historia





ℒℴѵℯ❤︎➝Estefanía

➳❥𝕰𝖘𝖕𝖔𝖘𝖔 𝕮𝖔𝖒𝖕𝖗𝖆𝖉𝖔 || 𝕸𝖎𝖓𝕾𝖚𝖓𝖌 || 𝕬𝖉𝖆𝖕𝖙𝖆𝖈𝖎𝖔́𝖓•∞Where stories live. Discover now