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Cuenta la leyenda que existe un
hilo rojo invisible que conecta a
aquellos que están destinados a
encontrarse, sin importar tiempo,
lugar o circunstancias. El hilo rojo
puede estirarse, contraerse o
...
No sabia como había llegado ahí ni cuanto tiempo llevaba allí, Kasumi se encontraba flotando en un infinito espacio rojizo. Cada vez que intentaba hablar, o moverse los hilos rojos que la envolvían de pies a cabeza le apretaban todavía más. La estaban estrangulando. Solo dejaban de tensarse cuando ella se relajaba. En búsqueda de respuestas, siguió los hilos con la vista, para ver de donde provenían. Al principio parecían simples postes negros, pero al concentrar más la vista se dio cuenta de que eran personas, a quienes conocía y quería. Pero todos les daban la espalda. Mic, Yagi, Emi, Daren, sus alumnos y hasta sus padres. Ella estaba conectada a todos ellos por un simple hilo. Hasta que vio al frente suya, allí había otra maraña de hilos rojos que iba directo a ella. Esa maraña pertenecía a la única persona que no se encontraba dándole la espalda, e incluso le estaba tendiendo una mano. Aizawa Shouta.
Con movimientos lentos a causa del peso de los hilos y cuidadosos, para no ser estrangulada nuevamente por los mismos, pudo para sus sorpresa, aproximarse a él y tomarle la mano.
-¿No crees que es hora de volver?-La voz del azabache se escucho distorsionada y con eco.
-¿Volver?-Kasumi se sorprendió al escuchar su voz extraña, e igual que la de Aizawa.-¿Volver a donde?-La chica no entendía nada de lo que ocurría, estaba confundida y al mismo tiempo sentía miedo.
-A casa.-Antes de que ella siquiera pudiera reaccionar, él la atrajo hacía si de un tirón, para luego abrazarla.
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Kasumi despertó agitaba, le dolía el pecho y le faltaba el aire. Tenía el cabello húmedo y se encontraba en una camilla en la enfermería de la UA. Para su sorpresa Aizawa, a quien aparentemente acababa de despertar, se encontraba a su derecha a su lado, usando parte de la camilla como almohada, mientras la tomaba de la mano derecha. Justo como había ocurrido en ese extraño sueño. Ambos no hacían más que mirarse fijamente. Con delicadeza Shouta le soltó la mano y se puso de pie.
-Iré a avisarle a All Might que despertaste.-Su tono era frió y distante. Para cuando volteo para salir de la enfermería, la puerta se abrió de golpe e ingreso Yagi, con mayor preocupación de la que acostumbraba cuando se trataba de Kasumi.
-¿Pueden explicarme que ocurrió?¿Fue culpa del quirk de cupido o por...?-El rubio la miro por sobre el hombro de Aizawa, ella negó con un gesto y se acomodo sus mangas. Lo cual le hizo soltar un disimulado suspiro de alivio.
-Tuvo un paro cardíaco.-Recovery girl, salio de su escritorio para unirse al pequeño grupo.-Si bien ayude un poco a que sanes, sera mejor que te tomes un par de días las cosas con calma. Nada de esfuerzos grandes, eso incluye las peleas.
-¿Cuanto tiempo estuve inconsciente?-Al sentarse en la cama, Kasumi sintió su cuerpo pesado, junto con un leve mareo.
-Una hora cuarenta. Terminare un par de papeles y luego podrás irte.-Chiyo se retiro nuevamente a su escritorio.
-Escucha Kasumi, yo...-Antes de que el azabache pudiera decir algo, ella lo calló apuntándole con un dedo.
-Nosotros no tenemos nada de que hablar.-Le dolía tratarlo con frialdad tras el sueño que había tenido. Pero no iba más allá de eso, un sueño, el cual no cambiaba en absoluto lo que había pasado en la realidad. Tras unos segundo todo quedo en un silencio donde solo se escuchaba a la anciana enfermera teclear.
