Toda La Verdad

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Ananda sonrió sarcásticamente mientras que se le escapó algún que otro suspiro.

-Ananda: Somos muy jóvenes para casarnos ¿no crees?

Draco sonrió mientras que miró a Ananda con una de sus miradas seductoras.

-Draco: Sabiendo la vida que llevamos cualquier día puede ser nuestro último momento de vida.

En ese instante Ananda se puso seria y empezó a mirar hacia al suelo algo incómoda. Draco se dió cuenta y no dudó en calmarla.

-Draco: Tranquila, yo estaré para protegerte.

Ananda le regaló una dulce sonrisa.

-Ananda: Si salimos vivos de esta... Te daré una oportunidad, pero claro, primero empezaremos como novios y después ya me pensaré tu propuesta de matrimonio.—decia levantándose de la roca.

Draco le sonrió siguiéndole el paso.

-Ananda: Antes que nada...quiero darte algo.

Ananda se quitó su colgante con el anillo y se lo puso a Draco.

-Ananda: Este es mi más valioso amuleto. Lo tengo desde que tengo uso de razón y siempre juré que se lo daría a mi descendencia... Pero como no sé si seguiré viva...quería dártelo a ti, porque quieras o no tu has sido la persona más importante que he tenido en la vida.

quería dártelo a ti, porque quieras o no tu has sido la persona más importante que he tenido en la vida

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Draco se guardó el colgante por dentro de su ropa diciendo:

-Draco: Tranquila, no te pasará nada y cuando todo esto acabe te lo devolveré y así te demostraré que tu misma podrás dárselo a nuestros hijos.

-Ananda: ¿Nuestros? —dijo levantando las cejas con una sonrisa burlona.

-Draco: Vaya, otro tema pendiente del cual hablar. Pero ahora vamos a hablar con mi madre, más tarde hablaremos de ese pequeño detalle...

Draco agarró a Ananda de la mano y se dirigieron a su casa.
Una vez que llegaron Ananda se quedó esperando en la entrada mientras que Draco fué a buscar a su madre. Por suerte Lucius no estaba en casa.

Tras unos minutos Narcissa se aproximaba a Ananda abrazándola con fuerza.

-Narcissa: Mi niña... Siento por todo lo que estas pasando.

Ananda abrazaba aún con más fuerza a Narcissa.

-Ananda: No lo sientas, gracias a ti y a tu libro descubrí quién soy y como defenderme. Se que siempre has intentando protegerme.

Tras escuchar esto a Narcissa se le llenaban los ojos de lágrimas de la misma emoción que le causaba oír esas palabras de su sobrina.

-Narcissa: Ven, vamos a sentarnos, tenemos mucho de que hablar.

-Narcissa: Ven, vamos a sentarnos, tenemos mucho de que hablar

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LA CHICA MISTERIOSA ( Harry Potter )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora