La Carta

3.2K 383 220
                                    

Naruto caminaba de un lado al otro en su oficina, pensando en su nueva vida de casado y las responsabilidades que tendría de ahora en adelante. Unos toques en la puerta interrumpieron su pequeño paseo.

- Pase - dijo dirigiéndose a su  escritorio para tomar asiento frente a este.

Una muchacha de cabello marrón atado en dos rodetes se hizo presente.

- Oh, TenTen ¿Ya está aquí el contrato de Daly? - preguntó el rubio.

- No señor, la unidad de correos tuvo un percance y no llegará hasta mañana.

- Ah, entiendo y... ¿Qué te trae por aquí entonces?

- Llegó esto hace un momento - contestó la secretaria acercandole un sobre - un muchacho me pidió que se lo entregara alegando que era de suma importancia.

Naruto tomó el sobre blanco y observó su nombre escrito sobre la superficie con una caligrafía que reconoció al instante.

- TenTen ¿En dónde está ese muchacho?

- Se fue rápidamente después de entregarme el sobre, Señor.

- ¿No dijo nada más? - preguntó el blondo pasando su mano por aquel objeto de papel.

- Me temo que no señor.

- Está bien, puedes retirarte, si alguien quiere contactarse conmigo diles que esperen, no quiero que nadie me interrumpa.

Una vez que estuvo solo se acomodó en su asiento y tomó una bocanada de aire.

- Si no tienes una buena excusa, juro que te mataré viejo - dijo antes de abrir el sobre con rapidez.

Querido nieto mío (pff, si claro "querido" ni siquiera se presentó a mí boda) supongo que te preguntarás el porqué hago ápice de presencia después de tantos años, mi muchacho, me enteré que te casaste con una bella joven, me alegró oír aquello, te deseo mucha felicidad y... Bueno, no es en realidad ese el motivo de esta carta, supongo que te preguntarás el porqué de mi ausencia, es algo difícil de explicar pero digamos que fue por tu propia seguridad, mi trabajo involucra a personas peligrosas y no quise que salieras dañado en todo esto, espero puedas perdonarme algún día, no sabes cuanto necesito uno de esos tiernos abrazos que me dabas cuando aún eras un renacuajo, te quiero mi pequeño y siempre velaré por tu seguridad (también te quiero abuelo) Cambiando de tema, si, así de abrupto, tengo un regalo de bodas muy especial para ti, te llegará en unos días, es exclusivo y fue diseñado por mi compañía, ojalá lo atesores y lo cuides lo más que puedas, no encontrarás otro así en el mundo, es un regalo solo para ti, no para tu esposa, disculpame con ella si se siente ofendido al respecto, bueno, eso es todo, sigue siendo un buen niño y cómete tus verduras, el ramen no es comida.

Psdta: Con respecto al regalo te aconsejo que alistes una habitación exclusiva para él, suele ser algo caprichoso.

Atte: Tu apuesto abuelo Jiraiya.

Tras leer la carta Naruto sonrió ligeramente y secó algunas lágrimas con el dorso de su mano.

- Estúpido viejo, podrías haberme enviado esto antes, creí que habías muerto.

Varias horas más tarde


- Amor, ya llegué - dijo Naruto cerrando la puerta tras él.

Segundos después una muchacha de cabello negro y ojos perla se acercó a él depositando un beso en sus labios.

- Naruto bienvenido a casa ¿Cómo estuvo tu día? - preguntó la joven ayudándole a quitarse el saco.

- Fue... Bastante sorpresivo, recibí noticias de mi abuelo.

- ¿El pervertido que te abandonó cuando eras pequeño? - preguntó la ojiperla ocasionando un sentimiento de fastidio en el rubio.

- Si, me envió una carta, no sabes cuánto me alegró saber que aún está con vida.

- Oh... Bueno, si te hace feliz a ti, también a mi, por cierto ya está la comida.

El blondo la vio alejarse a paso lento hacia la cocina.

- Por cierto - gritó desde donde estaba - tendremos un perro.

- Soy alérgica a los animales Naruto - respondió su esposa.

- Te prometo que compraré toda la medicina que necesites Hinata, es un regalo de mi abuelo.

Y no se oyó más, en la cocina la joven esposa hacia una mueca con fastidio, no era alérgica, simplemente odiaba a los animales.

- En mal momento apareció ese estúpido anciano - murmuró sabiendo que Naruto no la oiría.

Por otra parte Naruto subió a su habitación y se dirigió al baño, mientras tomaba una ducha no pudo evitar pensar en las innumerables cosas que podría comprarle a su nueva mascota, siempre había querido un perro y debido a las alergias de Hinata no se había imaginado teniendo uno pero siendo este un regalo de su abuelo no podía rechazarlo.

- Solo por esto, estás perdonado viejo - dijo mientras empezaba a tararear una canción.

El Regalo de BodasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora