Capítulo 48

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-¡________! ¡________! -Oía a lo lejos mi nombre.

-¡__________!- La voz se acercaba más.

-Con un demonio, despierta -Dijo arrojandome una almohada en la cara.

-¡Qué rayos te pasa! Déjame dormir Zayn -Entré abrí los ojos y dije en un tono molesto.

Quería seguir durmiendo, tenía mucho sueño y odio que me levanten así.

-Jacob te está esperando -Otra vez me arrojó la almohada.

Miré el despertador y eran las 2 de la tarde.

-¡Jacob! -Grité levantándome de sopetón y yendo directo al baño.

Me lavé la cara lo más rápido que pude. Y esta vez rompí mi récord en ducharme.

Salí del baño y Zayn ya se había retirado, así que me pude cambiar libremente.

Me puse lo primero que encontré, cepille mi cabello, agarré mi celular y lo metí a la bolsa de mi pantalón.  Y bajé corriendo las escaleras.

-¡Algo falta!-Dije en mí mente.

¡El bebé!

Saludé a Jacob lo más rápido que pude y fui corriendo a la cocina para prepararle su biberón.

-En un segundo estoy lista -Grite tratando de apresurarme.

-Tranquila, hay mucho tiempo -Dijo Jacob sentándose en el sillón.

-¡Zayn ayudame! -Grité con desesperación.

Mi hermano se paro del sillón con una pereza enorme y con una cara que me indicaba que no quería ayudarme pero no le quedaba de otras.

Todo estaba listo, a sí que me apresure para guardar las cosas en la pañalera.

¡Rayos!

Había tirado un florero sin querer con mi cadera.

Puse las cosas del bebé en la mesa y me regresé a recogerlo.

-¿Qué es esto? -Dije algo sorprendida al ver lo que el florero traía dentro.

-¿Qué es qué? -Se acercó Zayn hasta dónde yo estaba.

En el florero había dinero, y no estoy hablando de centavos, si no de miles de pesos.

-¿De quién rayos es todo esté dinero?

-No l-lo se -Titubeo Zayn.

-¿Por qué estás nervioso? -Pregunté al ver que Zayn estaba sudando y se notaba nervioso.

-Porque hace calor así que iré a tomar aíre fresco -Se retiro de la casa muy extraño. Y yo se que el tiene algo que ver con que este dinero esté aquí en el florero. Pero como se me hacía tarde, me apure a guardar todo.

-¡Listo! -Dije muy alegré, acercándome a Jacob.

-Entonces vámonos -Contestó con una sonrisa enorme.

El quitó la pesada pañalera de mi hombro y la coloco en el suyo.

Le agradecí y caminé hasta la cuna del bebé. Lo tomé y lo acurruque en mi pecho.

Salimos de la casa muy contentos y me subí al auto que conducía Jacob.

Puso un poco de música y condujo hasta una cafetería.

Mi pequeño Regalo (Niall Horan y tu)Where stories live. Discover now