-¿Qué ves en mi Scarlett?
-La manera en la que me miras, me abrazas; la manera en que me besas. Me haces sentir como nadie nunca lo hizo, veo todo en ti Daryl. Y a pesar de todo, después de todo lo que pasamos, ahora estas conmigo, 𝑏𝑎𝑗𝑜 𝑙𝑎 𝑙�...
POCO A POCO LOS OJOS de Scarlett se fueron abriendo, un pequeño rayo de sol se reflejaba en su cara, miro a su costado, su madre ni su hermano estaban en la carpa.
Hace ya dos meses que habían llegado a ese campamento, la ciudad de Atlanta era un suicidio.
Scarlett y Beck se habían hecho amigas de Glenn Rhee, un coreano de casi su misma edad, bastante tierno y amigable, y Amy Harrison, una rubia de unos 18/19 años aproximadamente. De todas formas, todos tenían un vínculo con todos, a excepción de los Dixon.
Scarlett por su parte, había logrado acercarse a los Dixon. Pues eran algo muy cerrados. Nadie podía entender como la morena había logrado entablar una conversación con ellos sin que alguno de los dos la mandara al carajo.
Aprovecho que no había nadie en la carpa para poder cambiarse. Se puso un jean azul, una remera blanca de tiras, y sus botas negras. Peino su cabello con las manos en un intento de arreglarlo. Agarro su katana y la coloco en la funda que estaba en su espalda.
Salio de la carpa y el sol hizo que sus ojos se cerraran por instinto. Puso una mano en su cabeza, simulando una gorra y alzo si mirada, podía ver a todos ya despiertos haciendo algo productivo.
—¡Despertó la bella durmiente! —Beck se acercó donde Scarlett y palmo su espalda.
