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─No estoy discutiendo sobre esto ─miro a Tommy, que está sentado en el sofá con las manos en el regazo y la cabeza colgando. Puedo ver el dolor en su cuerpo, refleja el mío. Hago una bola con las manos, deseando que las lágrimas de mis ojos se alejen, usando la rabia en mi pecho para mantenerlas a raya. Se ha ido, realmente se ha ido. Y nunca pude perdonarlo.
─Ellie, no podemos simplemente torturar a esa chica para obtener información. No estaría bien ─Tommy dice, con la voz dura como si ya hubiera tomado una decisión─. Y no podemos ir en una búsqueda inútil de venganza. Joel no habría querido...
─¡No me digas qué hubiera querido Joel! ─grito, mucho más fuerte de lo que pretendía. No está bien que pelee con un hombre que acaba de perder a su hermano. Ni siquiera un cuerpo para enterrar. Ni siquiera pudieron darnos eso─. Si cualquiera de nosotros muriera, Joel ya se habría ido ─chasqueo, ya no grito. Empiezo a caminar por la habitación, sintiéndome absolutamente inquieto mientras trato de idear un plan.
─Lo sé, maldita sea, lo sé ─Tommy dice de repente, dejando escapar un largo suspiro. Puedo decir que está tan perdido como yo. No puedo dejar pasar esto. Me llevo los nudillos a la boca y muerdo uno con fuerza para no llorar. Aún así, una lágrima se me escapó del ojo mientras caía por mi rostro─. Sé que quieres ir tras ellos, ¿crees que no? Tenemos gente que nos necesita aquí, todo el mundo está conmocionado por esto.
─Joel me necesitaba, y yo no estaba allí ─los hombros de Tommy caen y se levanta del sofá con una ligera vacilación─. Me estaba yendo con Dina drogándose en lugar de preocuparme por ustedes dos, es mi culpa Tommy ─las lágrimas caen libremente mientras digo las palabras, incapaz de contenerlas, y casi se siente como si no pudiera respirar.
─No fue tu culpa ─Tommy me alcanza, me agarra del hombro y me empuja contra su pecho. Meto la cabeza en su camisa, escondiéndome, y él envuelve ambos brazos alrededor de mi cuerpo─. Estábamos superados en número y no teníamos ni idea ─dejé que me abrazara con fuerza, sollozando libremente ahora que no me miraba.
─Todo lo que pude hacer fue suplicar, Tommy. Y a ella no le importó ─lloro, aún siendo capaz de sentir las manos sujetándome mientras Joel se retorcía en el suelo. Silencio. En dolor. Si hubiera estado yo en el otro extremo de ese club de golf, Joel habría hecho cualquier cosa para salvarme, pero estaba demasiado débil.
─Nada de eso ahora, no fue tu culpa ─la mano de Tommy llega a la parte superior de mi cabeza, descansando allí como. Una presencia reconfortante. Si realmente lo intento, puedo fingir que es Joel, que todavía está vivo. Finalmente, callo mis sollozos, me recompongo, pero no puedo alejarme del cálido abrazo de Tommy.
