Capítulo 1 - De vaquero a entrenador

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Algunas personas, si no es que la gran mayoría, piensan que la vida en el campo es aburrida porque no está la tecnología que hay en la ciudad, y porque piensan que solo se puede trabajar en la agricultura o en la ganadería. Y a pesar de que puede ser cierto, no en todos los campos o ranchos es lo mismo. Por ejemplo, en la comunidad en donde vivo todavía existe el trueque, es decir, intercambiar una cosa por otra, y todos los vecinos establecieron un sistema de valores de acuerdo con los tipos de cultivos o ganado tenían. Por ejemplo, si ofreces un cerdo grande, te daban 10 cajas de huevo, o si querías un costal de papas, te ofrecían a cambio 2 costales de zanahorias, o si ofrecías 5 galones de leche, te daban uno o dos costales de cebolla o tomates a tu gusto, y así sucesivamente. Además, a unos 40 kilómetros al norte estaba el puerto, en donde algunos pescadores hacían trueque con nosotros, pero a los dueños de negocios, restaurantes, mercados medianos y grandes y supermercados, tanto los agricultores como ganaderos y pescadores vendían sus productos conforme a la ley. Aparte, a unos 1700 metros al sur de la comunidad estaba una pequeña ciudad en la que había de todo, incluso una universidad, en la que actualmente estoy estudiando, en la carrera de negocios y gestión empresarial.

Lo bueno de tener una escuela cerca del campo, es que en algunas te dejan que llegues a caballo a clases, e incluso en mi escuela tienen un lugar especial para "estacionar" a los caballos, y los maestros les dan de comer. De hecho, los alumnos que llevan comida o agua para los caballos en la escuela, recibían un descuento especial en la colegiatura. A veces, me reunía con otros compañeros de otras facultades que también iban a caballo a la universidad para organizar carreras, pero a diferencia de las que se organizan de manera profesional, nosotros lo hacíamos por diversión y para pasar un buen rato. No para apostar. Sino, ya hubiera perdido a mi yegua hace meses porque no siempre ganaba, y procuraba que no se lastimara, así que a veces bajaba la velocidad.

Un día, el director hizo un anuncio en el que iban a dar becas para que los alumnos estudien en el extranjero mediante un programa de intercambio de estudiantes. Yo estaba emocionado porque mi sueño siempre era estudiar en el extranjero, así que rápidamente llené mi solicitud con los datos que pedían y la llevé a la oficina del director. Después de eso, me esforcé al máximo para tener esa beca, así que estuve más concentrado en estudiar y pasar los exámenes y descuidé un poco el trabajo aquí en el rancho. Aún así, el tiempo que me quedaba lo ocupaba para limpiar a los caballos y mantener aseado su establo.

Yo provengo de una familia de ganaderos desde la generación de mi bisabuelo. Ellos empezaron con un par de vacas, dos cerdos y unos cuantos pollos, y ahora el rancho creció demasiado, al punto de que ahora incluso tenemos una empresa de carnicería, usando los métodos tradicionales, y así evitamos que nos vendan alimentos transgénicos para el ganado u hormonas que los hagan crecer más rápido.

Las semanas pasaron, y cuando anunciaron que ya estaban los resultados de la beca, rápidamente fui al tablón de anuncios para buscar mi nombre. Después de un par de minutos, casi me da un infarto al ver que mi nombre estaba en la lista. Las piernas me temblaban, las lágrimas no paraban de salir y una enorme sonrisa se dibujó en mi rostro. ¡Tengo beca para estudiar en el extranjero! ¡Y me voy a Japón!

Al contarle a mis padres la noticia, me felicitaron y organizaron una pequeña fiesta para celebrar que obtuve la beca.

- ¡Muchas felicidades, mi'jo! - dijo mi papá. - Todas esas noches en las que te desvelaste valieron la pena. Ahora vas a estudiar en el extranjero como siempre soñaste. -

- Estoy muy orgullosa de ti, hijo. - continúa mi mamá. - Yo sé que si te esfuerzas y sales adelante en tus estudios, vas a tener un futuro mejor. -

- Al contrario... - contesté. - Ustedes me dieron todo el apoyo para que logre conseguir la beca. Incluso me permitieron que deje de trabajar por un tiempo en el rancho para poder estudiar más y concentrarme para el examen. -

Las Chicas Caballo de un Ranchero - Uma MusumeWhere stories live. Discover now