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•Smith ______________•

Cuando me despierto, mi cabeza me pesa. Con mucho esfuerzo consigo abrir los ojos y noto que estaba tumbada sobre el pecho de Jungkook.

Lograba escuchar su tranquila respiración en mi oreja.

En ese momento, todo lo que pasó en la noche anterior se proyectó en mi mente.

Jungkook tenía extendido su brazo por detrás de mí apengándome a él. Estar pegada a su cuerpo era acogedor así que me envolví formando una bolita mientras abrazaba su pecho hundiendo mi nariz. Siempre me había gustado abrazarlo, sentir su calor corporal envolviéndome y su olor dibujándome un camino sin fin.

— ¿Despertaste? —su voz era profunda ya que se estaba despertando.

— Si.

— ¿Te encuentras mejor? —sabía que me estaba mostrando apoyo aunque yo no se lo pidiera.

— Si.

— ¿Tan solo sabes decir «si»?

— No.

— Ah, y también «no».

— No. También gimo en tu oído mientras me follas bien duro —sonrio como un ángel.

— Me considero una persona con mucha paciencia pero no puedo decir eso cuando eres un grano en el culo, gimotona.

— Puedo apostar mi vida entera y seguirás siendo una persona con cero por cierto de paciencia.

— Cómo te gusta romperme los huevos que no tengo, ¿eh? —emitió una risita.

— Es mi pasatiempos favorito.

Elevó su rostro, ni siquiera tuve tiempo para reaccionar, pues este enroscó su brazo en mi cuello y comenzó a frotar sus nudillos en mi cabeza estropeando mi pelo.

Ok, adiós perfección de plancha. Gracias por acompañarme durante todo un día, es la primera vez que me acompañas durante tanto tiempo como este.

— Jungkook, para —reí cuando comenzó a hacerme cosquillas.

— No pararé hasta que admitas que soy la persona más insuperable del mundo.

Bien. Existía gente con buena autoestima, como por ejemplo: yo. Pero también existía gente con una autoestima flotando y superando la capa de ozono, como por ejemplo: Jungkook.

Obviamente eso no es lo malo de todo, Jungkook formaba parte de ese grupo de personas que no les bastaba con el simple echo de tener una autoestima flotando por los aires, si no que les bastaba con el echo de recordárselos en cada jodido segundo.

— Jungkook, para —reí.

— La palabra secreta.

— Que pares coño.

— La palabra secreta —exigió.

— Eres una persona insuperable ¿feliz?

Las cosquillas cesaron. De la nada, las comisuras de sus labios se estiraron formando una pequeña sonrisa.

— Gracias por recordármelo, pero no hacía falta —me golpeó el hombro levemente aún estando encima mía con el pecho inflado de orgullo.

Vaya mierda, ¿eh?

— Si que eres insoportable ¿eh? —me reincorporé sentándome mejor sobre el sofá.

— No soy insoportable. Soy el amor de tu vida —corrigió sonriendo.

𝖧𝖮𝖱𝖬𝖮𝖭𝖠𝖲 || J.J.K & _________ || ✔Where stories live. Discover now