Lista de preocupaciones de Lila Cruz:
1. Su banda está a punto de disolverse.
2. La relación que tiene con su mejor amiga no es la mejor de todas.
3. Acaba de caer en el patio de una desconocida y lleva ropa interior de gatitos.
***
La vida de Lila...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El frío me muerde las mejillas y entorpece mis manos, las cuales se niegan a dejar de temblar para permitirme leer el mensaje de papá.
«Está claro que no tienes permitido salir de casa, ¿cierto?».
Supongo que es demasiado tarde, papá.
Las malas decisiones me persiguen y yo las abrazo, gustosa.
Soy un desastre, pero no por eso voy a arruinar las cosas para los demás.
Debería estar en casa lamentando mi existencia y atormentándome con planes para recuperar a Eva, pero en lugar de eso he salido porque tengo que llegar al ensayo con la banda. Una tiene prioridades, y esta es la mía hoy. Ya no quiero cargar con otra culpa extra. Este ensayo es importante. Papá lo entenderá.
Me echo la capucha de la sudadera sobre la cabeza antes de avanzar hacia la parada del bus. El ensayo de la banda no será hasta dentro de una hora y media, pero el trayecto hacia allí es complejo por las combinaciones que debo realizar. Por eso prefiero esperar a papá y que él me lleve hasta el estudio cuando regresa del trabajo o pedirle a Ian que venga por mí, pero hoy no puedo ni quiero esperar a nadie.
Los buses van casi vacíos a esta hora en la que todo el mundo está trabajando o tomando siestas luego de la escuela. Tomo asiento al fondo y marco un ritmo ansioso con el pie. Va a destiempo con la música que suena en mis audífonos y los sonidos del transporte público. Mi malestar va a destiempo de absolutamente todo.
Corroboro la hora varias veces y, aunque sé que voy a llegar tempranísimo, no me importa, ya no puedo echarme hacia atrás, bajar del bus y regresar a casa. No conozco las paradas que hace esta línea en particular y seguro acabaría perdida.
Entro al chat de la banda para avisar que voy a llegar temprano, pero al segundo me quedo helada. El último mensaje es de Ian y me pone los pelos de punta.
«Recuerden que el ensayo de hoy será más largo porque debemos practicar para las audiciones del Play and Rock».
El Play and Rock se veía tan lejano como imposible hace unos meses. Supongo que las cosas han cambiado mucho desde que Nesa nos dejó y nuestras esperanzas se fueron a pique, solo para ser remontadas un par de semanas después con mi destape como cantante. Luego todo fluyó como la seda, y ahora esto. Me siento igual de desahuciada que el día que Nesa se fue y nos dijo que jamás conseguiríamos nada. ¿Qué tan equivocada estaba, entonces?
Piensa en positivo, Lila. Piensa en la banda, en los chicos.
Lo hago. Me pongo a escribir algo, por más que no sepa cómo sacar de mi interior lo que siento. Lo intento por la banda.
Cuando me toca bajar del primer bus para tomar el siguiente, mi cuaderno está lleno de dibujos y palabras sueltas, pero no hay nada nuevo para la canción que comenzamos a trabajar con Ian hace un par de días atrás, cuando las cosas no se habían ido a la mierda.
