ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 15

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Ojos color tormenta.

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Santorini, Grecia.

Angeline.

El hotel de Vasiliás está enorme y es precioso.

Llegamos hace una hora, cada quien se metió en su papel desde que nos separamos en el aeropuerto. Al llegar pedí mi habitación y tuve que desempacar ropa que traje solo para aparentar, mi maleta con todo lo importante está metida en el armario.

Estoy nerviosa por lo que vaya a pasar. No me gusta lo desconocido pero estoy tratando de alejar todo pensamiento negativo, lo que menos me gusta es ser pesimista. Siempre me he cargado una actitud positiva y demasiado egocéntrica, eso me ayuda y quiero seguir así.

Aedion nos dió un micrófono y audífono muy diminuto para estarnos comunicando, ya que nadie puede tener contacto con ninguno de los demás mientras estamos aquí. ¿Cuanto tiempo vamos a estar? no tengo ni la más mínima idea. No se hablar griego pero recuerdo algunas cosas que me enseñaron cuando era pequeña, solo lo básico, pero eso y el que me haya puesto a estudiar antes de esta fecha, es una gran ayuda.

En el audífono suena un pitido, eso significa que alguien hablará.

—¿Cuáles son sus habitaciones? —Escucho la voz de Raymond.

—202 —Respondo—. Nolan tiene la 207 y Efraín la 203.

—Andrea y yo tenemos la 107 —Dice Aedion y pongo los ojos en blanco.

El que estén juntos es plan con maña. La chica tiene cuerpo de modelo y cara linda, Aedion aprovechó la puta oportunidad y claro que ella no iba a negarse a eso.

«Ese ya no es tu asunto» me recuerdo y trato de enfocarme en otra cosa.

Los demás dicen el número de su habitación y tengo que aprenderlos de memoria por cualquier cosa. Siempre tengo que estar preparada, Vasiliás es peligroso y en cualquier momento puede descubrirnos y atacar.

Todos tenemos que actuar como turistas estos dos primeros días, solo para no levantar sospechas. Así que me cambio y les mando mensaje a los chicos para que me alcancen abajo.

El hotel está enorme.

Hay una zona que da paso hacia la playa, pero la parte de la piscina me encanta. Está a una altura un poco alta, y da la vista hacia un paraíso; las montañas, el mar cristalino y el cielo se ven encantadoras.

Me enamoré de este lugar en cuanto lo vi, lastima que no pueda disfrutarlo por estar cuidándome las espaldas. Vasiliás estará aquí cuatro días; dos de ellos serán para actuar como turistas y los otros ya serán para observarlo más de cerca y quizá entonces nos de la oportunidad de actuar.

Me quito la bata playera y me acuesto sobre una de las camas que están frente a la piscina. Siento como los ojos caen en mi y cierro los ojos disfrutando del sol.

—¿Vas a broncearte? —Abro los ojos al escuchar la voz de Nolan.

El y Efraín están sentados en una de las camas junto a mi, sin nada encima más que una bermuda. A pesar de que ya los he mirado así me hacen sonrojar todavía. Ambos son atractivos y tienen un cuerpo todavía más atractivo que su rostro, es imposible pasarlos desapercibidos.

LETAL . #1Where stories live. Discover now