Capítulo 7

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Dos semanas después, jueves. Ya era más de la mitad del mes de octubre. El día estaba algo frío.

En la escuela, última hora de la jornada escolar. Clases de deporte en el gimnasio.

-Muchachas como saben hoy es evaluación, y se los había anticipado, será deporte colectivo

Ninguna decía nada.

-Yo escogeré los equipos

La maestra separó, para buena o mala suerte, Toni y Cheryl quedaron en el mismo, mientras que Mackenzie quedó en el otro.

El deporte seleccionado era balón mano, así que sin más comenzaron a jugar.

-Eso es! Muy bien –Decía la entrenadora-

Luego de unos minutos dieron un descanso.

-Toni, ten cuidado con la idiota esa

-A que te refieres Peach?

-Mackenzie, te ha estado provocando en todo el primer tiempo

-No te preocupes, no puede hacer nada

-Chicas de vuelta al juego!

En eso volvieron su atención a la clase. Unos cortos minutos después.

-Estoy libre! –Gritó Toni casi al otro extremo de la cancha-

El balón iba en dirección a ella, pero, no llegaría. Mackenzie se interpuso, y le dio un golpe con su codo, justo en el labio.

-Oye que te pasa –Se quejó Toni tocándose el labio-

-Que? Fue un accidente –Se le pasó de frente-

-La tocas y estás muerta –Apareció Peaches dándole un empujón-

-Chicas basta, Topaz ve a enfermería para que te curen eso

-Bien

-Mackenzie, ya detente, hablaremos luego de esto

-De acuerdo, igual no hice nada, es un juego de contacto, solo que ella es muy sensible

Cheryl la miró desaprobando con su cabeza. Y salió detrás de Toni rápidamente, para alcanzarla en la enfermería.

-Que acaso nunca hay nadie? –Habló Toni al entrar y no ver a la enfermera-

-Yo te ayudo

-Cheryl que haces aquí?

-Vengo ayudarte

-No tienes por qué estar aquí

-Si tengo que estar aquí, no te merecías esto

-Como sea, en serio puedes volver a la clase –Toni sonaba fastidiada-

-Oye, no es necesario que me hables en ese tono, solo vine ayudarte

-Tienes razón, perdón, es solo que no es justo

-Qué cosa?

-Ella trata mal a todo el mundo, y nadie le dice nada, incluso a ti, y no te lo mereces

-No quiero hablar de eso ahora

-Bien, perdón

-No, está bien, no te disculpes

Cheryl fue al botiquín, sacó lo necesario y se acercó a Toni, quien estaba sentada a la orilla de la camilla.

-Déjame limpiarte –La sujetó de la mandíbula-

-Auch

-Perdón, pero debía limpiarte

-Ahm Cheryl...

Segundas Oportunidades Where stories live. Discover now