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Harry se separó del beso con los labios hinchados, rojos y húmedos mientras jadeaba en busca de aire.

Draco lo miraba fijamente mientras que el azabache tenía la mirada perdida en otra parte.

—Harry... —susurro el rubio mientras bajaba su mano hasta tocar el miembro del susodicho por sobre la tela, a lo que él reacciono con un leve gemido contenido provocando que se sonrojara debido a la extrema vergüenza que sintió al oír su reacción ante un leve tacto del rubio.

Draco sonrió victorioso, le gustaba tener el control de la situación y tener a un Harry tan frágil e indefenso solo lo ponía más.

Empezó a repartir besos por todo su rostro mientras masajeaba el miembro del más bajo por sobre la tela del pantalón.

Harry se mordía el labio tratando de contener sus gemidos, su corazón iba a mil por hora, a pesar de su corta altura y actitud vulnerable, no quería dejarse dominar tan fácilmente, era muy orgulloso y por ende no se mostraría tan débil hacia el mayor.

El rubio se dio cuenta de cómo este intentaba contenerse, él sabía perfectamente como era de orgulloso, pero eso solo hacía volverse completamente sumiso ante él, se convertiría en un reto, y él amaba los retos.

Comenzó por sacar lentamente la camisa del menor, para poder contemplar su abdomen plano pero poco ejercitado.

Acaricio lentamente por todo su torso mientras este no despegaba la mirada, atento a cada movimiento, al mayor se le hizo tierno como el menor estaba temblando un poco y mordía su labio inferior reusándose a soltar si quiera un sonido de placer. Eso le comenzó a molestar pues él quería oír gritar su nombre mientras se venía sobre sí mismo.

Subió su mano hasta quedar a la altura de su pezón izquierdo donde comenzó a pellizcarlo y jalarlo sutilmente, mientras succionaba y lamia el otro hasta dejarlo de un color rojizo.

Harry seguía mordiéndose su labio tan fuerte que pensó que le saldría sangre, pero todo se fue al diablo cuando el mayor comenzó a tocar su miembro directamente, ganándose el primer gemido placentero.

Draco sonrió ladino mientras dejaba de lado su pezón para subir a su cuello a repartir besos húmedos por toda su extensión. Harry ya no podía contenerse y volvió a gemir cediendo poco a poco al placer que el rubio le proporcionaba.

El mayor comenzó a masturbarlo más rápido, mientras el menor soltaba varios jadeos en su oído.

—D-Draco — soltó un gemido cuando el mayor comenzó a chupar su cuello y volviendo a lamer la zona afectada. Se separo por un momento para ver su obra de arte y le pareció una belleza. El menor había sido marcado por él.

Se quito lentamente su camisa para provocar al azabache.

Harry se sentía afortunado al tener a alguien como Draco, tan cariñoso y dulce, pero a la vez bruto y estúpido. Tenía la necesidad de tocar su trabajado abdomen. El rubio se dio cuenta y tomo la muñeca de este poniéndola justo en sus abdominales.

El azabache se volvió a sonrojar más, si era posible, al ver como el rubio sonreía al saber que estaba comenzando a ceder. Pero él no lo permitiría, si alguien debía estar abajo era el rubio no él, era su primera vez por lo tanto tenía el derecho de hacerlo.

En un atrevido movimiento comenzó a bajar hasta llegar a la entrepierna del más alto y dar un leve apretón, causando que éste contuviera un gemido y cayera apoyando sus antebrazos a los costados de la cabeza del menor.

Harry sonrió, parece que él no es el único duro.

—Ya no eres tan poderoso ¿eh? —ironizo el azabache con un tono de orgullo y superioridad que provoco un poco de enojo en el rubio. Esto es guerra.

Dirty boy/Pretty boy - DrarryWhere stories live. Discover now