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Narra Derek

2 meses habían pasado desde que Jennifer se fue.

2 meses en los que las niñeras huían de mis hijos.

2 meses en que no podía dormir bien.

Y 1 meses en que me suspendieron del trabajo indefinidamente por no dar el rendimiento.

Al menos eso dijo mi jefe que no era nada mas y nada menos que el amante de Jennifer, no me importaba en tanto me siguiera pagando lo que Jennifer le pidió para la manutención de sus únicos hijos conmigo, lo demás me lo arreglaba yo solo.

— ¿Papá puedo ir a saludar a los nuevos vecinos?

Fruncí el ceño y me gire sobre mi hombro para ver por la ventana después de estirarme un poco y apartar la cortina.

Había un camión de mudanza y una minivans, al lado de esta había un hombre cargando a dos niños y otro hombre más joven sacaba las que parecían ser pañaleras.

— Iremos más tarde... ¿Ya terminaste tus deberes?

Ella abrió en grande sus ojos color chocolate y asintió frenéticamente después de reacción.

— Bien... Iré en un momento, dile a los gemelos que ya dejen el videojuego un momento para revisar sus tareas.

Ella asintió y salió corriendo.

Estaba dispuesto a seguir checando los recibos que había que pagar cuando note una melena pelinegra asomarse.

— ¿Que pasa Alli?

Ella salió de su escondite y me entrego un dibujo.

— La señorita Roberts nos dijo que dibujarnos a nuestro papá y le dijeramos mañana a qué se dedican, ¿Si puedo decirles que eres mi Papi?

Le sonreí de lado y deje los papeles de lado para atraerla a mi y sentarla en la mesa para que me viera directo a los ojos.

— Yo siempre seré tu papá, no importa como hayan sido las cosas, siempre seré tu papá.

Ella me sonrió y abrazos para luego dejar un beso en mi mejilla y bajarse para salir de ahí muy sonriente.

Aún recordaba como fue que me enteré que Piage me era infiel y que Allison no era mi hija biológica, si no del agente Argent, su compañero de trabajo.

— ¡Papá Nolan se hizo pop!

Respire profundo y me dispuse a subir a la segunda planta.

— ¡Papá la abuela está al teléfono!

Cerré los ojos buscando paciencia.

— ¡Papá Brett está metiéndose mis colores a la boca!

En definitiva necesitaba ayuda y mucha.

— No griten niños, ya los escuché –dije llegando a la sala de juegos y estudio, mala idea ponerlos juntos, lo sé.

— Papá la tarea se nos complicó...

Ese fue Ethan moviendo de lado a lado la libreta.

— La señorita Williams no explica muy bien que digamos...

Ese fue Aiden jugando aún el videojuego.

— Puedes cambiarnos a una escuela con maestros más competentes –finalizaron a dúo mientras fruncia el ceño y curaban los labios.

— Hablaremos de eso más tarde, ahora mejor ayúdenme a traer unos pañales de mi recamara y Tracy dile a tu abuela que ahora no puedo hablar.

Los tres hicieron lo que les pedí mientras que Allison le quitaba a Brett con cuidado los colores y Vernon estaba muy ocupado viendo la televisión que ni prestaba atención y Masón estaba profundamente dormido.

Apuñalame Mas De Tres Vez, Pero No Te VayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora