¿𝑪𝒂𝒇𝒆 𝒀 𝑷𝒂𝒔𝒕𝒆𝒍 𝑫𝒆 𝑴𝒐𝒓𝒂𝒔? [𝑻𝒂𝒎𝒂𝒌𝒊 𝑨𝒎𝒂𝒋𝒊𝒌𝒊 𝒀 𝑻𝒖]

✨ 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 8✨

La chica salió de la agencia, sin su uniforme de héroe claro, era de noche pero aún así decidió que era momento de ir a casa.

— Amajiki. . . — La chica pareció distinguir a cierto azabache, este se encontraba en una pequeña banca afueras de la agencia, sin dudarlo camino a donde él — ¿Se encuentra mejor?

El azabache se sobresalto por la presencia tan repentina.

— ¡Disculpe! No quería asustar lo — La menor se disculpo avergonzada y se sento en la misma banca que Amajiki

— N-no te preocupes. . . — El chico Observaba fijamente sus pies — Y si. . . Me encuentro mejor.

— Es un alivio saberlo — La chica s o to un suspiro y observó el hermoso cielo estrellado — Me preocupe por usted al ver que no usaba su don. . . Por cierto, ¿Cual es su Don?

— Manifestación. . . — La chica lo Observaba esperando que continuará — Me permite, manifestar todo lo que como.

«Es un don tonto, lo sé» Como era su costumbre, Tamaki se bajaba su autoestima el solo.

— ¡Increíble! — la chica a su lado sonreía a la nada, posiblemente en su mente imaginaba al azabache usando su Don, es cual a ella le pareció increíble — ¡Tienes un don muy bueno!

Le sonrió al azabache a quien, no le tardaron en subirse le los colores a la cabeza, esta avergonzado ¿Por que ella pensaba eso de su Don?.

El silencio cómodo que se había conseguido se arruinó al escuchar el estómago de la chica gruñir, ella soltó unas risas avergonzada, Tamaki la observó y no dudo en crearle una manzana con su don, este le extendió su mano a la chica para que ella la tomará.

— ¿Pará mí? — La chica observó con asombro a Tamaki, pues este le había mostrado su don si querer y le daba de comer.

— S-solo si la quieres, si no. . .  —El chico desvío la mirada —. . . Me la comeré yo.

— ¡No es eso! — la chica se disculpo seguramente su pregunta hizo sentir mal al chico tímido — Es solo que no me esperaba ese, gesto tan lindo.

Tomó la manzana de la mano de Tamaki y agradeció.

— Ya es algo tarde, T-te acompañaré a casa — El azabache aún con vergüenza se animo a decir, sólo que no sería muy varonil de su parte dejar ir a la chica sola a esta hora, o al menos eso le diría Kirishima

— No tiene por qué molestarse — la chica le dio el primer mordisco, a decir verdad estaba muy dulce.

— N-no es molestia. . . Vamos — Y así ambos caminaron en la misma dirección, bajo la luz de la luna.

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