Capitulo 13

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Jin miró a _______ en la oscuridad. Estaba sentada a su lado en el coche, con la cabeza apoyada en la ventanilla y un pañuelo de papel en la mano. Desde que habían salido del cine no había parado de llorar.
Si tuviesen que puntuar, del uno al diez, lo desastrosa que había sido la cita, él le pondría un once. Aunque la cita no terminaría técnicamente hasta que no llegasen a casa. Todavía podía ir a mejor... o a peor.
La primera dificultad había llegado a la hora de ponerse de acuerdo en la película. Ella quería ver una película extranjera con veleidades de artística y él, la última de artes marciales.
Al final los dos habían cedido un poco, él más que ella, y habían elegido una comedia romántica.
A cambio, _______ le había dejado escoger el restaurante. Jin había optado por un local de cuatro estrellas de comida medio oriental del que había oído hablar estupendamente. Allí había aprendido una buena lección. Que no volvería a intentar alimentar a una embarazada con comida exótica. _______ se había puesto verde sólo de ver los platos con la comida. Y con el primer bocado, había salido corriendo a vomitar al cuarto de baño.
Ella lo había esperado fuera mientras Jin pagaba y la camarera les envolvía la comida que no habían tomado para que se la llevasen a casa.
Como los dos seguían teniendo hambre por entonces, se habían parado en un restaurante de comida rápida y se habían tomado una hamburguesa con patatas fritas de camino al cine.
Jin no solía ir a ver películas de mujeres, pero aquélla no había sido tan aburrida como él había esperado y la experiencia había transcurrido sin más complicaciones. Hasta el final de la película, cuando _______ se había puesto a llorar. Lo que a él le había resultado extraño, porque el final era feliz. Se había puesto a llorar de tal manera que Jin la había tenido que sacar de allí.
Un par de mujeres lo habían mirado mal, como si el llanto de _______ tuviese algo que ver con él, y sus acompañantes masculinos habían sacudido la cabeza, comprensivos.
Jin no tenía ni idea de lo que había pasado. Y tampoco sabía cómo remediarlo. Lo único que sabía es que a esas alturas, le iba a ser difícil obtener su beso de buenas noches. Y, mucho menos, meterse en su cama.
A su lado, _______ seguía sollozando y limpiándose los ojos con el pañuelo.
-¿Estás bien? -le preguntó Jin dándole una palmadita en el hombro.
-He estropeado nuestra primera cita. 
«Estropear» era una palabra demasiado fuerte. También había habido buenos momentos, seguro que con el tiempo Jin se acordaría de alguno. 
-No has estropeado nada.
-He vomitado durante la cena y luego me ha dado una crisis nerviosa en el cine.
Jin iba a decir que podía haber sido peor. Pero todavía no habían llegado a casa y no quería tentar a la suerte.
-¿Y si es una señal? -continuó ella-. ¿Y si quiere decir que nuestra relación va a ser un desastre? Quizás sea un castigo de Dios por habernos acostado sin haber estado casados.
Jin nunca había pasado tanto tiempo con una mujer embarazada, pero estaba seguro de que aquello eran los cambios de humor de los que había oído hablar a los hombres cuyas mujeres esperaban un hijo.
-_______, a mí me parece que esto tiene más que ver con tus hormonas que con una intervención divina. 
-Era nuestra primera cita. Se suponía que tenía que ser especial.
Aquello no tenía sentido, pero a pesar de que tenía el rostro colorado y que estaba moqueando, Jin pensó que nunca la había visto tan guapa.
No solía tener la oportunidad de cuidar de ella. Era una mujer tan capaz e independiente. A Jin le gustaba que lo necesitase. Que fuese vulnerable.
Le tomó la mano y entrelazó los dedos con los de ella.
-El hecho de haber estado contigo ha hecho que fuese especial.
Ella lo miró en la oscuridad, con los ojos llenos de lágrimas.
-Eso, eso ha sido muy dulce.
Pero no tanto como para que desease pasar el resto de su vida con él.
_______ estuvo a punto de decírselo, pero se mordió la lengua. Sabía que Jin no tenía ningún interés en obligarla a casarse con él. Si algún día se daban el «sí, quiero», Jin quería que ella lo hiciese de corazón.
¿Y si ese día no llegaba nunca? ¿Y si ella decidía que no quería casarse?
Bueno, ya quemarían esa nave cuando llegase el momento.

Secretos De Una Secretaria |•| SEOKJIN |•| 《Terminada》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora