Yongbok [Chanlix] || [EDITANDO]

||Final||

"Yongbok"... Ese es el antiguo nombre de aquella criatura. ¿Era un elfo? ¿Un tritón? ¿Un ángel? No era nada de eso pero Chan ya había visto su enorme poder...había visto eso y más.

¿Que si hay muchas nubes en el cielo? Yongbok se aburrió y está jugando con ellas.

¿Cosechas abundantes? Eso ya no pasaba a tal magnitud, pero de vez en cuando Yongbok hacia crecer discretamente alguna fruta cuando tenía hambre.

¿Lluvias fuera de tiempo pero extrañamente convenientes? Yongbok extrañaba a Chan.

Cuentan las leyendas, que se trata de un espíritu cuya voz trae la felicidad, y  esto era cierto, al menos para Chan,  nada podía traerle más felicidad que Yongbok. 

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Habían pasado ocho meses desde que encontraron la tumba de Changbin. 

Jeongin jadeaba sujetando sus rodillas con las manos.

Necesitaba hacerlo, por mucho que amara estar con Minho y Felix, no podía seguir dependiendo de ellos.

Quería ser igual de capaz que Minho y poder controlar su poder lo suficiente para crear vientos potentes pero sin salirse de control. O como Yongbok, quien  jugaba con las luces creando cosas increíbles de ver.

También quería poder ir a casa de Chan y Jisung para seguir descubriendo más sobre los humanos. No había vuelto a salir del bosque desde que encontraron la tumba de Changbin.

Se enderezó una vez más. Y estiró sus manos hacia el río. Respiro profundo y se concentró.

Minho estaba preparado en caso de que las cosas se salieran de control.

El remolino en el río se hizo cada vez más grande hasta que poco a poco pequeñas gotas se elevaban hasta formar una columna de agua.

Minho apretó los labios al ver qué la cantidad de agua que Jeongin manipulaba era demasiada.

Los árboles se sacudían, desprendiendo algunas hojas que terminaron uniéndose al cuerpo de agua que Jeongin trataba de mantener en alto.

Acercó sus manos haciendo que comenzará a girar alrededor de ellos.
Yongbok sonrió mirando lo que Jeongin hacia. Si bien el agua era claramente inestable debido a la gran cantidad que Jeongin luchaba por controlar, era hermoso la forma el la que el agua daba espirales.

El menor de los tres sonreía al ver su progreso. Trato de regresar el agua nuevamente al río, pero perdió el control justo cuando terminaba de hacerlo, salpicando a los tres presentes.

Estaban empapados de pies a cabeza, pero daba igual, tanto Minho como Yongbok corrieron hacia Jeongin.

El menor sentía sus piernas flaquear y juraba que en cualquier momento iba a desmayarse, y aún así seguía riendo junto a los otros dos.

Era increíble ver lo lejos que Jeongin había llegado.

Faltarían unas horas para el atardecer, y Minho sabía que ya no podía exigirle más el día de hoy. En solo meses había avanzado a pasos agigantados. De vez en cuando, el menor se dejaba llevar por lo que sentía, provocando granizo cuando se sentía frustrado, pero cada vez ocurría menos, Jeongin dominaba mejor su magia.

Yongbok sonrió sintiendose feliz por Jeongin, mientras que el menor se acostaba en el suelo tratando de recuperar energía y quedandose dormido.

El pecoso miró al cielo y comenzó a juntar las nubes sobre él. Sus dedos se movían de un lado a otro formando pequeñas figuras. Se preguntaba si Chan las veía, ¿Se daba cuenta de que hacía canguros en las nubes cada atardecer? ¿O tal vez no se daba cuenta y miraba al cielo pensando que las nubes tenían forma de nubes? Era posible...es difícil hacer canguros de nubes...seguía preguntándose cómo Chan pudo encontrarle forma de canguro a la nube que hizo para él cuando hablaron por primera vez...tal vez a la siguiente intentaría con un lobo...o un perro, los perros son más fáciles de hacer.