87🥀

186 12 11
                                    

Los días siguen transcurriendo, Carlos y Alberto me dejaron de hablar cuando se enteraron que estoy en una relación con Jesús, Héctor también ha estado un poco distante, así que sólo me reúno con Ángela y Vero, pero no con tanta frecuencia

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Los días siguen transcurriendo, Carlos y Alberto me dejaron de hablar cuando se enteraron que estoy en una relación con Jesús, Héctor también ha estado un poco distante, así que sólo me reúno con Ángela y Vero, pero no con tanta frecuencia.

Con Camila hablo una vez a la semana y es mucho, ya que por el tema laboral y arreglando sus papeles allá ha estado bastante ocupada.

Básicamente Jesús se ha vuelto mi todo, nuestras vidas giran entorno a la del otro.

Mi madre ha vuelto a ser la mujer insoportable que era, mi padre se ha convertido en un alcohólico sin remedio, mi familia se está destrozando en pedacitos.

Y la única persona que ha estado allí escuchándome y consolándome ha sido él, ha sido mi paño de lágrimas y mi saco de boxeo.

A veces, desearía cerrar mis ojos y al abrirlos darme cuenta que todo ha sido una pesadilla, pero no es así.

Jesús se ha encargado de consentirme, me ha llevado a los mejores hoteles y restaurantes, hemos ido a playas y parques con Junior, hemos compartido tanto en tan poco tiempo que parece todo mentira.

Su amigo le vendió la moto en cuotas así que pasa a recogerme casi todos los días a la universidad para compartir un rato.

Pero hoy, será la excepción, ya que debe ir a hacer unas diligencias con Junior, al menos eso fue lo que me dijo.

Salgo de la universidad y camino hasta la parada de autobuses. Mi celular comienza a sonar con insistencia, pero decido ignorarlo y concentrarme en la canción que está sonando “Detente - Danny Ocean”.

Reviso mi celular cuando ya estoy sentada en el bus, tengo un montón de mensajes de texto y de WhatsApp, pero en particular hay uno que llama mi atención, ya que es desconocido y el código de país me indica que no es de aquí.

“Hola, perrita. Me gustaría hablar contigo sobre mi esposo.”

«¿Cómo carajos consiguió esta zorra mi número?»

Reviso las llamadas perdidas de WhatsApp y efectivamente son de ella.

“¿Qué coño quieres? Yo no tengo nada que hablar contigo.” – le respondo.

Su respuesta es inmediata, no me da chance ni de cerrar el chat.

“Contesta la llamada.”

El celular comienza a sonar en mis manos, pero dudo unos segundos antes de atender.

– ¿Qué quieres? – espeto en un tono de voz moderado.

Efímero.©Where stories live. Discover now