Capítulo III | Un nuevo trabajo

334 165 205
                                    

Entiendo que ser curiosa nunca fue bueno

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Entiendo que ser curiosa nunca fue bueno. De hecho, cuando era pequeña siempre me regañaban y me mandaban a callar por tantas preguntas que hacía al día. Ese fue uno de los motivos por los que tengo una cicatriz en mi frente, puesto que yo quería saber que estaba sucediendo en la casa de atrás y me trepé a un árbol y me caí. Sí, sobreviví a la caída de milagro.

Ahora, en estos momentos, está pasando otra cosa por culpa de mi curiosidad. Me estoy preguntando por qué no me fui de aquel baño en cuanto me lo pidió. Ahora este chico está en frente mío, en mi habitación, mirándome con inmutabilidad y con una sonrisa que por desgracia me estaba gustando.

«¿Qué demonios está pasando? ¿Cómo entro a mi habitación? ¿En qué momento entro que no me di cuenta? ¿Qué quiere de mí ahora?»

«¡Ay! ¡Deja de hacer tantas preguntas mentales!»

—...Haden, mi nombre es Haden —dice con simpleza.

—¡¿Quién rayos te crees para entrar a mi habitación?! —hablo enaltecida por la situación—. ¿Cómo entraste aquí?

—Siempre estuve aquí, lo que no te diste cuenta. Tenías una pesadilla al parecer y pues te desperté.

—Sí... sí tenía una pesadilla, ¡pero eso no es lo importante ahora!

—¿Qué es lo importante ahora?

—¡Que tengo un desconocido en mi maldito cuarto!

—Señorita amargura, no te haré nada por si piensas cosas malas, a menos que eso es lo que quieras.

«¡¿Pero qué se cree este engreído?!» Lo pienso y no lo digo.

«No lo sé, pero a mí me gusta»

—Yo debo de seguir soñando. Esto no puede ser real.

—¿Estas afirmando que podrías soñar conmigo?

—No creo que soñaría con un patán como tú, ya me replanteo que esto sea la realidad.

—Pues te lo confirmo, es la realidad.

—Genial, entonces tengo un acosador —comento de forma sarcástica. Aún seguía un poco agitada por culpa de la pesadilla que tuve.

—No soy un acosador —aclara—, o tal vez sí, quien sabe.

Me retracto, no aclaró nada. Él continúa.

—Que importa, lo impor...

—¡Sí que importa! No es normal que un extraño esté en mi cuarto y haya entrado de una manera que desconozco.

Un instante en tu mundo [#1] ©|Pausada|Where stories live. Discover now