8. Juntos

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POV Narrador

Hinata despertó sola en la cama, suspiró aliviada de que el rubio se haya ido temprano, rió fuerte al recordar la cara de Naruto al ver a Natsu, tomó una toalla y se dirigió al baño, hoy tendría el día libre de misiones y de las clases con Iruka, por lo que saldría a caminar por la aldea. Al terminar de darse un buen baño vistió un vestido blanco de botones café claro que se ajustaba a su cuerpo, tomó unas sandalias de tacón del mismo color y salió fuera del complejo para pasar el día fuera.

Compró flores y algunas semillas en la florería de Ino las cuales plantaría en el jardín del complejo y al pasar por una tienda vio unos hermosos brazaletes para parejas, lo miró por unos instantes y levantó su mano para apreciar uno muy parecido...

Flash back

- Hina-chan mira tengo un regalo para ti – dijo Ryu llegando a la rama donde se encontraba sentada, le tendió una linda cajita de terciopelo negro con un listón, ella lo miro con su máscara aún puesta y se la quitó, la abrió con curiosidad y en ella se encontraban dos brazaletes – Uno es para ti y el otro es para mí – termino de hablar con una gran sonrisa y sus mejillas levemente coloreadas

- Gr-gracias Ryu-kun – respondió algo avergonzada y sacó de él uno de los brazaletes para colocárselo al pelinegro, él hizo lo mismo con ella y el suave toque envió una cálida sensación a su cuerpo

- Ahora estaremos juntos siempre, cada vez que lo veas y te sientas triste recuérdame a través de este brazalete – dijo con una hermosa sonrisa, esas sonrisa que amaba la peliazul, tomó el rostro del chico con ambas manos y deposito un tierno beso en los labios del pelinegro.

Fin del flach back

Al volver del recuerdo sus ojos se empañaron por las lágrimas y el dolor en su pecho se hizo más intenso, se alejó rápidamente del local y caminó hacia el cementerio, al acercarse a la tumba de Ryu vio a un hombre mayor de pie, se acercó sigilosamente para no interferir con los pensamientos del hombre y se agachó para dejar las flores frente a la tumba. Levantó la mirada y ambos se vieron a los ojos, azul y blanco se encontraron por un momento.

- Lamento interrumpir – dijo suavemente la peliazul bajando la mirada

- ¿Se conocían? – el hombre pregunto muy curioso, ya que nunca había visto a una chica con su hijo

- Hai, él fue muy importante para mí – susurró la peliazul alejando unas hojas que acababan de caer en la lapida

- Ya veo... tu nombre es Hinata ¿no? – ella lo miro sorprendida y se colocó de pie para mirar al hombre, el cual era muy parecido a Ryu, tanto que se le apretaba el pecho por el dolor cada vez que miraba los ojos de aquel hombre.

- Hyuga Hinata, mucho gusto – respondió haciendo una reverencia y tratando de no mirar a los ojos al hombre, sabía que eso era descortés, pero simplemente el dolor era mayor.

- Takahashi Hiroto, mucho gusto Hinata-san – dijo el hombre haciendo la misma reverencia que hizo la peliazul. – Mi hijo me habló mucho de ti ¿sabes?, hasta pensé que sólo te imaginaba, te describía como un ser perfecto – dijo el hombre con una suave sonrisa en su rostro, en ella se dibujó una dulce sonrisa y apareció un leve rubor en sus mejillas

- Él era perfecto para mí, lamentablemente no me di cuenta antes de sus sentimientos – susurró suavemente Hinata mientras fijaba los ojos en el nombre escrito en la lápida

- Bueno, las cosas pasan por algo querida Hinata-san – dijo el hombre en dirección a la peliazul – pero él te quiso y estoy seguro que tú también a él. – ella asintió suavemente y una sonrisa se dibujó en sus labios

Te quiero en mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora