|Capítulo 8 - Train Wreck|

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Train Wreck - James Arthur

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Mitsuki  tomo las llaves del auto junto a su esposo, ambos se apresuraron para llegar al departamento de su hijo.

Al llegar notaron que la puerta no poseía seguro y se adentraron en busca del cenizo con prisa. Sabían muy bien que día era pero no quisieron forzar a Katsuki para que los visitara o ellos a el, que grave error.

 Revisaron cada habitación hasta dar con el dormitorio,  Mitsuki lo encontró sobre la cama aferrándose a una pequeña fotografía que suponía que era de Izuku y él. Sin preguntas, sin comentarios se acercó del menor junto a Masaru.

Katsuki rompía en llanto en silencio con balbuceos inatendibles. Ambos abrazaron a su hijo contagiándose de su llanto, era devastador verlo tan vulnerable y saber quien siempre lo apoyó ya no estaba entre ellos.

La muerte de Izuku aún era algo que la familia Bakugo no podía procesar, el pecoso siempre fue bien recibido por todos y Mitsuki lo adoraba como un hijo más.

Cuando supieron de la enfermedad, Masaru y la ceniza estuvieron el mayor tiempo posible junto a ellos, claro, siempre dándoles su espacio como pareja.

Pasaron los minutos y seguían en la misma posición, sentados en el suelo abrazando y dándole pequeños besos en la frente a su hijo.

—L-lo e-extraño.. —pronunció entre sus sollozos aferrándose más a la fotografía intentando sentir un poco más aquel sentimiento que su pareja le entregó alguna vez.

—Lo sé, lo sabemos mocoso. —comentó Mitsuki dándole un beso a Katsuki en la frente para luego ver a su pareja. Entre lágrimas la pequeña familia Bakugo intentaba reconfortarse mutuamente.

A ver llamado a sus padres en un día tan vulnerable para él, fue su mejor opción.

—Katsuki... —fue un pequeño murmuro de parte de Masaru casi inaudible pero a pesar de sus sollozos Katsuki logró escuchar. Posó toda su atención a su padre tratando de regular su respiración aún en entre los brazos de sus padres.

Esa actitud del cenizo hizo que el mayor recordara cuando Katsuki solo era un niño asustadizo por los truenos de una tormenta sin embargo esta vez no sentía ternura por su hijo porque el estaba sufriendo.

Masaru le regalo una pequeña sonrisa antes de pronunciar algo. El cenizo le veía con un  gran dolor reflejado en sus ojos carmesí, deseaba que de alguna manera pudiera aliviar en dolor de su pequeño.

Porqué sí, tanto para Masaru y Mitsuki el cenizo siempre seria su pequeño hijo al cual amaban con todo su corazón.

—...S-se qué no es fácil.. —katsuki tenía un nudo en la garganta, no podía articular ninguna palabra sin que su voz se quebrara —Y Izuku fue muy importante para toda la familia... —una pequeña lagrima descendía hacia su mentón mientras veía a su hijo. —p-pero se que a él no le gustaría verte así.. —posó una de sus manos en el rostro de su hijo, intentando limpiar las lágrimas del menor.

Katsuki tensó su mandíbula temblorosa intentando no gritar de frustración y desesperación pero no lo logro no cuando su padre lo apreso contra su pecho. Un grito ahogado se escucho, Masaru colocó más fuerza en el agarre. Mitsuki veía la escena con una mano en la boca tanto de calmar su propio llanto.

Katsuki se veía tan vulnerable, tan... roto.

Luego de unos minutos Masaru aflojó su agarré dejando a Katsuki secarse sus lágrimas e intentando regular su respiración cuando aún  estaba sollozando.

Tus sueños en un papel © [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora