Ultimo Hombre en Pie

I - El Sueño De Un Loco

Abril 10, 2031

En el pleno centro de Santiago de Chile, cuatro amigos acostumbran hacer una reunión anual, ya van unos 10 años de  tradición, y hasta ahora ha seguido sin problema alguno.

El más alto, de piel clara y cabello largo es Alejandro, de 25 años, reconocido por su gran altura y poca inteligencia, la cual no evita que siempre sea el primero en llegar.

Unos minutos después lo acompaña Ángel, un chico delgado y un tanto más bajo, no deja de ser alto, pero a sus 23 años ve difícil alcanzar a su gigante amigo.

Unos minutos más tarde los acompaña el tercer amigo, Ignacio, un muchacho sencillo de 25, algo regordete y de piel morena, no destaca en nada especial, pero todos lo recuerdan como un buen chico, aunque con algo de mala actitud.

Mucho tiempo más tarde aparece Juan, de 24 años, un muchacho de la altura de Ángel, delgado, de piel algo más oscura que Alejandro y cabello oscuro, un buen tipo, pero bastante irresponsable.

¿¡No crees que llegas un poco tarde!? -exclamó Ignacio de una forma bastante agresiva-

Vamos, que tu no eres el mejor para reclamar - comentó Alejandro, para luego extender la mano a modo de saludo a su recién llegado amigo -

Lo cierto es que ya es costumbre que llegues tarde, lo hemos visto desde el dia en que te conocimos - añadía Ángel, mientras trataba de aguantar la risa- Lo cierto es que ya casi da igual.

De todas maneras, lo siento, creo que con esta ya van 10 años al hilo llegando tarde - dijo Juan, rascando su nuca de forma nerviosa, como hacia siempre que se incomodaba-

Una vez hechos los saludos, toca celebrar el momento, este año es especial, lo cierto es que estos amigos son lo que llamarías unos chicos sencillos, sanos podrían decir algunos, lo tradicional es jugar algún videojuego, un partido de football puede ser otra opción, incluso algún juego de cartas, pero esta es una situación especial, 10 años de reuniones, este año se celebra en un bar, eso pactaron los amigos en su niñez.

Pará mí una cerveza ¡La más barata que tenga! - dijo Juan, reconocido tacaño del grupo-

¡Lo mismo! - exclamaron sus amigos al unísono, lo cierto es que todos eran buenos tacaños-

Y bien, ¿Qué tal te ha ido con Paula? - preguntó Alejandro dirigiéndose a Ignacio, quien no pudo evitar sonrojarse-

Pues lo normal, ¿Acaso quieres detalles? Tu sabes que ella me mataría si te digo cuanto come al almuerzo o lo mucho que ronca por las noches -respondió el joven, fingiendo estar molesto-

No te preocupes Nacho, ella ya es un mal conocido para nosotros - dijo Juan, abrazando a un nervioso Ignacio, quien no podía ocultar su risa-

Lo cierto es que estos amigos siempre eran iguales, bromeando el uno con el otro, constantes burlas y cometiendo todo tipo de errores, en ocasiones uno podría hasta dudar de su amistad, sin embargo estos se tenían un amor que podía fácilmente asociarse con el de una familia. Complicada, con peleas y más de algún conflicto, pero una familia a fin de cuentas.

Hey, alguien podría subirle a la televisión, creo que eso suena interesante - exclamaba un viejo sentado solo en una esquina del bar-