¿Aun Sientes Algo Por Mi? (Yujuna G!P)

*+:｡.｡Capítulo XV｡.｡:+*

Capítulo 15: Idea alocada

Despertó en su departamento, tenía un dolor de cabeza terrible y los párpados le pesaban.

— Me duele la cabeza— habló para si misma—. ¿Donde estarán Umji y...? ¡¿Eh?!

Los cuerpos inconscientes de sus mejores amigas acaparaban todo el espacio de la sala.

—¡Oigan! No espanten así— recriminó la rubia.

Pero sus amigas posiblemente estaban con una resaca mayor.

"Será mejor que vuelva a dormir" pensó y se quedo dormida.

Abrió los ojos lentamente mientras se acoplaba a su entorno.

Una chica de cabellos obscuros y ojos azules la miraba con preocupación.

—¿Estas bien?

Eunha enfocó su vista en la muchacha, tratando de reconocerla; pero fue en vano. No recordaba a nadie así.

—S-Si. ¿Quién eres? ¿Donde estoy?

—Estamos en Seúl. No estes tan a la defensiva— respondió la chica cambiando el agua de la pequeña toalla que tenía la rubia en la frente.

No recordaba a nadie así. Bueno, su hija y a Yuna pero nadie más.

—Deberías perdonarla. También deberías dejar que tu hija sepa de ella.

—¡¿Cómo sabes de ella?!— preguntó la rubia escandalizada—. ¡¿Cómo sabes de mi hija?!

—Tengo una buena intuición — aclaró mientras chasqueaba la lengua.

—¿Cuál es tu nombre? — preguntó desconfiada.

—Mi nombre es...

—¡Eunha!— abrió los ojos de golpe cuando oyó a su amiga gritar—, Dios. Pensé que no despertarías, bella durmiente.

—¿Y la chica?— preguntó.

—¿Chica? Aquí nada más hemos estado nosotras— dijo Sinb confundida—. Que por cierto no se quién nos trajo...

—Olle— gruñó Eunha —; ¿estás diciéndome que no sabes quien demonios nos trajo?

—Si— respondió Sinb con una sonrisa nerviosa —. Últimamente mis resacas son más fuertes que de costumbre.

—Ese no es el punto — Umji entró a la habitación asustando a las mujeres—. Solo quiero cambiarme de ropa.
Eunha unnie, ¿tienes ropa que me prestes?

—Si, si.

—Bueno... Me daré un baño— anunció Sinb.

—Si— Eunha estaba inmersa en sus pensamientos.

Apenas salieron sus amigas se puso a reflexionar sobre lo que dijo la chica de sus sueño

«Deberías dejar que tu hija la conozca»

Tal vez la chica tenía razón.

Les dejó en su cama a sus amigas la ropa en la cama. Salió hacia la azotea de los departamentos con su celular en mano. Mandó un mensaje a un contacto del que no quería saber.

«Tal vez si puedas verla. Claro, con mis reglas»
...

La alertó la vibración de su celular. Se levantó pesadamente de la cama y se dirigió al mueble.

"¿Porqué me llaman justo cuando tengo resaca?"

Revisó la pantalla y abrió los ojos al ver al remitente.

"Eunha"

Leyó y releyó el mensaje, deseando no haber leído mal.

«Tal vez si puedas verla. Claro, con mis reglas»

Sin razón aparente, los ojos le picaban.

Definitivamente Eunha era un Ángel. Casi podía ver su aureola.

Decidió responder el mensaje antes de que la rubia cambiara de opinión.

«¿Cuándo la veré? »

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Movía su copa de vino de un lado a otro, mientras que con la otra mano tamborileaba la mesita con los dedos.

Las palabras de la mujer lo había alertado.

No permitiría que la dañaran. No permitiría que lastimaran a ella. Ya había sufrido bastante en aquellas manos. No permitiría que la lastimaran mas.

—No permitiré que esta loca ponga tu vida en peligro. Te protegeré aunque me cueste la vida, linda.

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—¿Veré a Yushu?

—Si. Verás a Yuju.

—¿Porqué?

¿Porqué? Ni siquiera ella podía responder a esa pregunta.

—Porque mami Eunha quiere que la conozcas — hablo Sinb mientas fulminaba a la rubia con la mirada.

—¡Okay!— respondió la niña sonriente— voy con Yena unnie.

La niña se dirigió al departamento de a lado, con su nueva amiga mientras Eunha miraba que llegara bien.

Sinb cerró la puerta con seguro y Eunha se preparó mentalmente para recibir la regañiza de su vida.

—Eunha...—habló con la voz fría y calculadora.

—¿Si?

—¡¿QUE DEMONIOS TIENES EN EL CEREBRO?! ¡¿UNA JODIDA NUEZ?! ¡ESPERO QUE ESTÉS CONFORME CON TÚ DECISIÓN!

—Sinb...

—¡Te he apoyado mucho, pero esto sobrepasa los limites! ¡Una cosa es ser amable y otra muy diferente es que Yuna sepa la verdad!

—Es mi decisión, Eunbi.

—Lo se. Por eso es que te apoyaré, pero esto es una idea estúpida.

La rubia la miró y sonrió.

—Gracias.

Las amigas se apoyan, pero evitarán que hagas algo de lo que te arrepientas.